Mujer

12/4/2022

La Matanza: el desafío de poner en pie el Plenario de Trabajadoras en todos los barrios del distrito

Las mujeres trabajadoras ocupadas y desocupadas se organizan en contra del hambre, los femicidios y por todos sus derechos

Reunión convocada por el PDT de La Matanza en la sede del Polo Obrero Laferrere.

El acampe sobre la 9 de Julio, rodeando el edificio del Ministerio de Desarrollo Social y en gran parte del país, significó una instancia más del plan de lucha del Frente Piquetero y volvió a colocar el valor de la organización independiente de trabajadores y trabajadoras contra el ajuste. También resignificó la figura de las mujeres piqueteras que, como en el proceso del Argentinazo, fueron protagonistas de la pelea contra el hambre y la defensa del trabajo ante un gobierno en ruinas.

Gran parte de las que llevaron adelante esta medida de acampe en la 9 de Julio son mujeres de los barrios más azotados del conurbano bonaerense, atravesadas por la violencia que el Estado reproduce sobre su rol en la sociedad capitalista y en el tipo de familia que defiende ese régimen.

En el desarrollo de este acampe se realizó una asamblea de mujeres organizada por el Plenario de Trabajadoras de la que participaron delegadas de diferentes barrios y activistas que intervinieron para hacer escuchar sus demandas más urgentes. “Estando en el Polo aprendí a defenderme y a pelear por mi derecho a acceder a una vivienda digna”, afirmó una de las presentes, poniendo en primera persona la violencia que recae sobre las espaldas de su clase, pero especialmente sobre ella, como trabajadora desocupada, que aprendió a plantarse frente a hechos violentos que vivía con su ex pareja y también frente a una Estado que refuerza este ataque al no ofrecerle soluciones a derechos tan elementales.

En cada relato se remarcaba la denuncia al Estado, garante de la reproducción de la violencia de género y responsable de negar y entorpecer el acceso a los recursos, cuando debería ser el proveedor de éstos para poder erradicar dicha violencia. “Estamos desamparadas, las mujeres pobres y desocupadas no somos una prioridad para este gobierno, por eso peleamos por el derecho a acceder a un trabajo genuino”, agregó otra compañera.

Luego de esta instancia, el pasado sábado se retomó el debate sobre los desafíos del movimiento de mujeres en los barrios, en una nueva reunión convocada por el PDT de La Matanza que tuvo lugar en Laferrere, sede del Polo Obrero. Allí un grupo de delegadas, activistas del Polo y del Partido Obrero organizaron un esquema de actividades políticas para sumar a otras compañeras a la construcción del Plenario de Trabajadoras en cada barrio.

Actualmente el Polo Obrero está a la cabeza de 85 comedores en el distrito y son estas compañeras las que garantizan la comida diaria para miles de familias. La intervención de las mujeres piqueteras en un distrito que ha garantizado la inserción de las iglesias como instrumento de regimentación social, es un palo en la rueda para el PJ local y un enorme desafío para la organización y crecimiento del movimiento de mujeres.

La Secretaría de Mujeres y Políticas de Géneros del Municipio, lejos de ser una herramienta eficiente, responde a la agenda que el gobierno de Alberto Fernández ha planeado para cumplir las condiciones de negociación con el FMI, dejando de lado las necesidades reales de las trabajadoras. La creación de Ministerios y Secretarías vaciadas y sin presupuesto no es más que una cortina de humo ante el agravamiento de las condiciones de vida de las mujeres. En la reunión, se remarcó la necesidad de reinstalar la pelea por la construcción de un Centro lntegral de Mujeres y Diversidades por barrio, que atienda las 24 hs con personal capacitado y en planta permanente. Así lo defenderemos en el Concejo Deliberante presentando un Proyecto para que se ejecute de inmediato esta propuesta.

Otro de los temas que estuvo presente fue el del derecho al acceso a la salud pública, las dificultades para poder obtener turnos y el vaciamiento de gran parte de los Centros de Salud de los barrios, debido al ajuste que se profundiza tanto a nivel municipal como provincial. También estuvo presente el reclamo por educación sexual laica y científica, frente a la injerencia clerical en las escuelas y en los barrios como agentes de contención social. Todo lo que se describía dejaba en claro los límites que plantean las feministas defensoras del ajuste y del pacto con el FMI que es incompatible con la defensa de una vida digna para las mujeres y sus familias.

Las mujeres trabajadoras ocupadas y desocupadas de La Matanza nos reunimos para discutir cómo reforzar la organización en cada barrio, para luchar de manera independiente del gobierno y sus cómplices, que pactan con el FMI y las iglesias, en contra de la violencia de género, por el derecho a la salud, la vivienda y contra el hambre. El movimiento de mujeres estará en cada barrio y en las calles organizado contra los femicidios y para darle curso a la lucha por la tierra y la vivienda, el trabajo genuino y el fin de toda opresión.