El jueves 26 se cumplió un año de la desaparición de Johana Ramallo, joven madre que no solo estaba violentada por la pobreza y la precarización sino también por la explotación de su cuerpo.

Como todos los 26 desde hace un año una enorme movilización recorrió las calles de la ciudad de La Plata, desde la calle 1y 63 en la llamada zona roja -donde se ejerce la prostitución y opera el narcotráfico- hasta la casa de gobierno, pasando por la comisaría novena y los tribunales, es decir por todos los cómplices y responsables de este negocio millonario que mueve la trata.

Hoy la causa está en manos del juzgado federal n°1 de La Plata a cargo de Ernesto Kreplak, después de pasar por la fiscalía n°2 a cargo de Betina Lacki, cuestionada por no haber accionado en los primeros meses de la desaparición, clave en estos casos. A pesar del cambio de carátula de “averiguación de paradero” a “desaparición forzada de persona” no hay avances en la causa.

A lo largo de este año no han apartado a la Policía Bonaerense de la investigación y la gobernadora María Eugenia Vidal nunca respondió a los pedidos de Marta, mamá de Johana, y jamás la atendió.

La lucha para que aparezca Johana se ha convertido en una lucha emblemática de nuestra región, con movilizaciones, radios abiertas y murales, sostenidas por organizaciones sociales, políticas y sindicales junto a su mamá, amigos y familia.

El enorme movimiento de mujeres, trans, travestis y lesbianas que lucha por la legalización del aborto, la separación de la iglesia del Estado, seguirá en las calles reclamando por el fin de la explotación de las mujeres. Desde el Plenario de Trabajadoras gritamos: devuelvan a Johana. El Estado es responsable, abajo la trata.