Mujer

31/7/2021

La policía de Capitanich viola a una chica de 16 años

Una chica de 16 años dentro de un patrullero, con dos oficiales semidesnudos y con sus armas reglamentarias, es abuso. Este hecho se dio a conocer durante la madrugada del viernes, un vecino de general San Martín filmó cómo dos agentes de policías estaban violando chica de 16 años. Este caso de abuso y violencia no se da de manera aislada, sino que son otro eslabón de la misma institución que protege a los agentes que participan de torturas, amenazas, apremios ilegales, gatillos fácil y demás delitos.

La policía de general San Martín responsable del asesinato de Josué Lagos es quien fue filmada abusando de una adolescente. Si bien el jefe de la policía Ariel Acuña salió a aclarar que los agentes Luna y Vera fueron sumariados y les sacaron las armas y el uniforme,  no fueron detenidos, agregó a sus declaraciones que “quienes deben cuidarnos están cometiendo delitos”; este reconocimiento público de lo corrompida que se encuentra la institución policial es uno de los reclamos que venimos denunciando año tras año y gobierno tras gobierno las organizaciones sociales y de derechos humanos. Y Ariel Acuña no es cualquier jefe de policía sino que es uno de los responsables del asesinato del dirigente Ángel Verón en el 2015.

Que la policía esté corrompida no es novedad, la pregunta que necesariamente debemos hacernos es ¿basta con un reconocimiento público de las atrocidades que cometen? Analizando la situación de pobreza y desocupación en que nos encontramos, la vulnerabilidad donde más del 60% de adolescentes es pobre y las niñas y adolescentes lo padecen mucho más por la misma desigualdad de género, los delitos de la policía no son aislados, responden a un régimen de opresión hacia toda la clase trabajadora y por supuesto a las niñas y adolescentes. Llama la atención que cada vez que salen estos casos a la luz, las cúpulas se horrorizan por un tiempo, piden perdón pero permiten los traslados de estos mismo uniformados. Claramente protegen a los delincuentes.

Como no se puede negar la situación de abuso, por supuesto que hay quienes  pretenden generar sospechas alrededor de la situación, argumentando que era una relación consentida, sin considerar que estaba ante dos agentes de la policía de la provincia y que portaban armas. O sea que su vida estaba amenazada en todo sentido. Por eso de nada sirven sus disculpas, queremos  el desmantelamiento de las fuerzas represivas.

Basta de impunidad.