Mujer

23/5/2021

Las mujeres palestinas y los bombardeos sobre Gaza

Durante once días consecutivos, Israel bombardeó la Franja de Gaza, dejando más de 200 muertos y 17 mil viviendas destruidas. Contra esta masacre, miles se movilizaron en Cisjordania y en Jerusalén Este, e incluso tuvo lugar una huelga general histórica, sin antecedentes desde 1976. Y cientos de miles se movilizaron en todo el mundo.

Las mujeres de la Franja de Gaza sufren particularmente el criminal bloqueo terrestre y marítimo que el Estado de Israel y Egipto imponen sobre el enclave costero. Según la OIT, en 2018, el desempleo era en Gaza el más alto del mundo y la población que vivía bajo el umbral de la pobreza se contaba entre el 53%, cifras que fueron aumentando pasados los años de ocupación israelí y particularmente en los tiempos de Covid. En 2018, la tasa de desempleo en hombres era del 38%, cifra muy alta ya de por sí, pero para el caso de las mujeres ascendía al 62%. La peor parte se la llevan las mujeres jóvenes que tienen una tasa de desempleo del casi 70%. Las mujeres conforman solamente el 17.3% de la fuerza de trabajo.

Al mismo tiempo, los últimos censos de población dan cuenta de la numerosidad de las familias palestinas en Gaza. La tasa de fecundidad resulta una de las más altas del mundo, lo que permite dar cuenta de la magnitud de las tareas reproductivas que pesan sobre las mujeres.

Por otra parte, la “democracia de Medio Oriente” es responsable, según la ONG Addameer, de que el número de mujeres palestinas detenidas y encarceladas en cárceles israelíes desde 1967 asciende a más de 10.000. De la misma forma que los niñes y adolescentes son víctimas de todo tipo de violencia desde física y verbal hasta de contenido sexual. Ahed Tamimi, la adolescente palestina encarcelada por ser sinónimo de resistencia a los agravios del ejército en 2018, y el tenor que tomó la campaña internacional por su liberación son el claro ejemplo del régimen que soportan los palestinos en los territorios ocupados por Israel y particularmente quienes viven en Gaza.

Hay que señalar también que los trabajadores palestinos que se incorporan al mercado israelí, lo hacen en condiciones sumamente precarizadas con jornadas de trabajo que superan altamente las ocho horas y que se ven incrementadas con los largos traslados y cacheos a sus lugares de trabajo, por lo cual la posibilidad de incorporación femenina, con familias a cargo, se ve reducida a su mínima expresión.

Además del problema de la colonización sionista, las mujeres palestinas son sometidas en su propia sociedad (fuertemente conservadora y donde tiene un importante peso el islamismo) a un rol de subordinación en todas las esferas, incluida la jurídica. La brecha salarial entre los palestinos escala al 25% entre hombres y mujeres además de que los diversos condicionantes sociales obturan fuertemente la posibilidad de conseguir empleo para las trabajadoras, incluso las que han alcanzado altos niveles de calificación.

Si bien han existido reagrupamientos de mujeres palestinas y un destacado activismo concentrado en les jóvenes, la invasión busca sofocar toda organización que cuestione a Israel y el imperialismo yanqui y europeo.

Resulta necesario frenar este genocidio que además de cobrarse miles de vidas palestinas, condena particularmente a las mujeres y jóvenes a una vida teñida de opresiones y miseria. La disolución del Estado sionista y la conformación de una Palestina única, laica y socialista, en el marco de una federación socialista de pueblos de Medio Oriente, se erige como la única alternativa para la emancipación real de las mujeres.