En el marco de la campaña hacia el 8M, se llevaron adelante asambleas en cinco barrios de La Matanza (Villa Celina, Villa Unión, González Catán, Santa Clara y Dorrego) con una participación de más de 500 mujeres (y queda por delante la asamblea de Virrey del Pino, km 47). Se abordaron allí temas que van desde la necesidad de trabajo genuino, salud pública de calidad, hasta la lucha por el aborto legal y la aplicación efectiva de la ILE (interrupción legal del embarazo). Las mujeres debatimos entre muchas cosas, sobre las problemáticas de las mujeres migrantes, sobre la necesidad de poder decidir si ser madres o no y de cómo el Estado coartó el derecho a la interrupción del embarazo de dos menores en Jujuy y Tucumán, gobernadas por Gerardo Morales (Cambiemos) y Juan Manzur (PJ kirchnerismo) respectivamente. 

Las asambleas matanceras fueron multitudinarias porque las mujeres no aceptamos la violencia y el cercenamiento de nuestros derechos, nos organizamos, comprendemos la necesidad de luchar por educación sexual para decidir, y por la separación de la Iglesia del Estado.

También realizamos una radio abierta en la Plaza de San Justo para invitar a las y los vecinos a movilizar a Plaza de Mayo el 8M y sostener un masivo paro Internacional de mujeres, lesbianas, travestis y trans, exigiendo a las centrales sindicales que lo lleven adelante. 

Entendemos que la violencia contra las mujeres es parte estructural del capitalismo, que necesita tenernos disciplinadas para funcionar. A este avance de la violencia nosotras le respondemos: “Mirá cómo nos organizamos”.