Mujer

7/8/2021

Centros Integrales de Mujeres

Legislatura CABA: Amanda Martín presentó pedido de informes por el estado de los CIM

La agudización de la violencia contra las mujeres y diversidades refrenda la lucha por asistencia.

Desde la banca del PO-FIT, la legisladora Amanda Martin presentó un Pedido de Informe para que el GCABA rinda cuenta de la situación del funcionamiento de los 16 Centros Integrales de la Mujer de la Ciudad los cuales se revelan insuficientes ante el creciente flagelo de la violencia contra mujeres, infancias y diversidades, como la antesala de lo que será un proyecto de creación de nuevos CIM que también atienda a las diversidades sexuales y de género.

Los Centros Integrales de Mujeres (CIM) son dispositivos dependientes de la Dirección General de la Mujer (DGMuj) que fueron creados para abordar estos casos por equipos interdisciplinarios especializados que acompañen y asistan a las víctimas de manera integral. Los mismos fueron conquistados a través de la intensa lucha por Ni Una Menos en 2015, pero según las denuncias de las organizaciones de mujeres están lejos de garantizar una verdadera asistencia integral.

Diferentes organizaciones de mujeres y de diversidades denuncian la falta de accesibilidad a los mismos, ya que ninguno atiende las 24 horas y los que existen muchas veces se encuentran alejados de los barrios con mayor demanda.

Según un informe de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), para el primer trimestre del 2021 se registraron 2.297 pedidos de asistencia para denunciar en la Ciudad. La mayoría de los casos provienen de la comuna 8 (12%) comuna 4 (11%) comuna 1 (9%) y comuna 7 (8%). Que se trate de las zonas donde se encuentran las villas más pobladas no es casualidad: pone de relieve la correlación entre la pobreza y la violencia de género. Vecinas de barrios como Soldati, Bajo Flores, Lugano y la villa 31 son justamente las que se encuentran desde hace años demandando que se abran nuevos CIM dentro de los barrios. Al mismo tiempo, el informe de la OVD arroja que entre los tipos de violencia más identificados por las denunciantes se encuentran la violencia psicológica (97%) y física (53%), lo que demuestra la importancia instrumental de los CIM para asistir con los equipos de psicologues, trabajadores sociales y abogades. Sumado a esto la constante victimización que realiza la policía, desestimando las denuncias, encubriendo a los acusados (que en muchos casos también son policías/fuerzas de seguridad, o amigos) y hasta dejando de dar seguimiento a las mujeres con perimetrales, desalienta cualquier tipo de intención de emprender el burocrático camino para dar fin a situaciones de violencia.

En lo que va del año el observatorio Lucia Pérez informa que sucedieron 174 femicidios y transfemicidios en el país, es decir 1 cada 29 horas. Uno de estos casos registrados es el de Esther Mamani ocurrido en febrero, quien había denunciado reiteradas veces a su expareja antes de sufrir el ataque. A 6 meses de su asesinato, Mayra una vecina del mismo barrio que Esther (1-11-14) fue golpeada brutalmente por su expareja, nuevamente luego de denuncias y hoy se encuentra internada peleando por su vida.

En la última reunión de la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud se trató un proyecto de creación de un CIM en la 1-11-14. En aquella reunión el PRO rechazo al proyecto argumentando básicamente que los CIM existentes funcionan en excelentes condiciones y por ende, no habría motivos para crear uno nuevo.

Este rechazo expresa el cinismo y desprecio de la fuerza gobernante en la CABA contra las mujeres de las barriadas y sectores populares sobre quienes recae con absoluta crudeza la crisis social que ellos mismos generaron. La coalición gobernante en CABA nada tiene para ofrecerle a las mujeres y diversidades víctimas de la violencia cuyo origen radica en las políticas de hambre y miseria extendidas por el GCBA, prueba de ello es la toma del basural de la Villa 31 denominada “Fuerza de Mujeres”, protagonizada por mujeres y sus hijes, víctimas de violencia de género o desocupadas que no pueden acceder a un alquiler, frente a la cual Larreta, sus ministros y diputadas les niegan todo tipo de solución pero envía a la policía a ejercer su prepotencia y amedrentamiento.

En este punto, al igual que la orientación del GCBA, el gobierno nacional de Fernadez-Fernandez no presenta grieta: el posicionamiento del PRO va en sintonía los recortes en materia de políticas de género y con un Ministerio de la Mujer que sólo ha servido a un puñado de funcionarias a catapultar sus carreras políticas sin ofrecer solución alguna a las mujeres trabajadoras y diversidades de todo el país. El tan mentado Programa Acompañar es una de las tantas falacias de cartón de un gobierno que continua profundizando la catástrofe social de la cual las mujeres pobres, las infancias y juventudes y las diversidades conforman los eslabones más vulnerables de la sociedad. Aunque la inversión que representaría desarrollar una política en función de los intereses de las mujeres y diversidades violentadas es irrisoria, hay un programa político claro que apunta a que el conjunto de los recursos del Estado se destinen a los acreedores y el pago de deuda externa, lo cual plantea mayores penurias para las mujeres, infancias, juventudes y diversidades.

La incapacidad de los gobiernos de ambos lados de la grieta de llevar adelante políticas de fondo debe ser combatida por los agrupamientos que se vienen generando para conseguir no solo nuevos CIM en la Ciudad, sino también vivienda y trabajo genuino para las mujeres que necesitan la independencia económica de quienes las violentan.

Desde el Plenario de Trabajadoras impulsamos en las barriadas una campaña en sintonía con estos planteos. Sumá tu voz a este reclamo junto al Partido Obrero, el Plenario de Trabajadoras y la agrupación 1969.