Mujer

6/10/2016|1431

Legislatura porteña: sobre la prohibición de las “coperas”


La Legislatura de la Ciudad aprobó este jueves una ley, de autoría del PRO en conjunto con Gustavo Vera (bloque Bien Común), para prohibir las alternadoras, conocidas como “coperas” en los boliches y whiskerías. Se trata de empleadas contratadas para “alternar” o bailar con los concurrentes, con la finalidad de que ellos les inviten tragos y consuman más. La ley votada elimina el capítulo 10.2 del Código de Habilitaciones y Verificaciones de la Ciudad, que reglamentaba las modalidades de contratación de las alternadoras de los locales de baile y clausura la habilitación de los locales que persistan con estos contratos. Como es sabido, esta actividad encubre el negocio de la explotación sexual e, incluso, a la trata de personas.


 


En el marco de la sesión, Marcelo Ramal se refirió a la maniobra política: “esta ley suprime la alternancia en los papeles, pero no en los boliches, que se van a reconvertir. La alternancia se va a clandestinizar y la coima policial se va a agrandar” y agregó “la desprotección de esas mujeres frente a todo este cuadro se va a multiplicar también”. Ramal expresó que el proyecto “coloca en un terreno prohibicionista una cuestión que requiere de una gran acción social y política contra el Estado, que es el gran protector e instigador de la trata y la prostitución”.


 


La explotación sexual ajena y la trata de personas, que el PRO y Vera dicen combatir a partir de esta ley, sigue su


curso con la complicidad necesaria y efectiva de todos los estamentos del Estado capitalista. La eliminación de un articulado en un código no modifica un ápice las condiciones sociales que empujan a la mujer a la explotación sexual ni desmantela a las mafias que se sirven de ello amparándose en el Estado. Este proyecto es una lavada de cara al régimen, ya que los últimos años la proliferación de noticias de funcionarios regenteadores de prostíbulos o ligados al negocio de la explotación sexual de mujeres y niñas ha recorrido los principales bloques políticos patronales –FpV y PRO a la cabeza. Al cabo de ocho años de promulgación de la ley de trata, no se ha desmantelado una sola red y al día de hoy hay más de 3000 mujeres y niñas desaparecidas.


 


Toda esta farsa cae por su propio peso cuando se analiza el blanqueo de capitales propugnado como una de las principales medidas de este gobierno para lidiar con la crisis económica en curso. Los fondos millonarios que ahora pueden blanquearse proveen en su mayoría de la trata de personas y del narcotráfico, por lo tanto, el mismo Estado es el primero que ‘blanquea’ el negocio de la explotación sexual. Al mismo tiempo, el gobierno que se propone terminar con el “flagelo de la trata y la explotación sexual” no ofrece con esta medida ningún plan de inclusión laboral y capacitación para otorgar a esas mujeres una salida real, sino que ocurre todo lo contrario: la desocupación crece a pasos agigantados.


 


El desbaratamiento de las redes de trata y la emancipación de las mujeres sometidas a la explotación sexual no puede, de ninguna manera, venir de la mano de quienes garantizan este negociado poniendo todas las instituciones estatales a su servicio. Defendemos, en este sentido, la organización de las mujeres en estado de prostitución para defenderse de los atropellos y represión de la policía y el Estado.


 


Una lucha real contra la explotación sexual y la trata va de la mano de la organización de las mujeres y de una lucha decidida, de forma independiente, contra este Estado proxeneta y sus partidos capitalistas.