Mujer

5/4/2017

Ley de “gestión menstrual” en la Provincia de Buenos Aires

Ante el debate en la legislatura bonaerense

Plenario de Trabajadoras - Zona sur


El bloque massista de la Provincia de Buenos Aires presentó en la legislatura un proyecto de ley para que el Estado provea productos de “gestión menstrual”. El mismo establece la entrega de toallitas, tampones, copas menstruales, esponjas marinas y ropa interior absorbente en lugares públicos, de manera gratuita, a las mujeres de la provincia.


 


Según algunos cálculos, las mujeres gastamos en este rubro entre $800 y $1000 al año (Economía Feminista) por lo que la entrada en vigencia de la ley supondría una erogación presupuestaria extra de miles de millones de pesos, si consideramos que se encuentran en edad menstrual casi la mitad de la población femenina bonaerense.


 


La incógnita es de dónde saldrá la partida para afrontar este gasto en el marco de un vaciamiento del sistema hospitalario público. En 2016, la Legislatura aprobó un presupuesto de ajuste, que vino a consolidar una tendencia a la baja -de los últimos 5 años- en la participación proporcional de la salud y la educación pública en el presupuesto provincial.


 


El PRO ya adelantó su voto en contra, mientras que los bloques del Frente Renovador y Frente para la Victoria buscan aparentar una preocupación por la salud de las mujeres después de que avalaron con su voto el ahogo presupuestario que explica la falta de insumos y personal en los hospitales bonaerenses que afecta de manera integral a la familia obrera.


 


Estamos, por tanto, ante una puesta en escena.


 


El trasfondo del problema es que el salario no cubre el costo de la canasta familiar, que por definición debería incluir los productos adecuados para la “gestión menstrual”. La reapertura de las paritarias no forma parte, sin embargo, de la agenda “opositora”, que acuerda con el techo salarial del 20% en cuotas que quiere imponer Cambiemos a los trabajadores.


 


Desde el punto de vista laboral, Micaela Ferraro, la massista que presentó el proyecto, dijo que el mismo viene a terminar con la “estigmatización social del ciclo menstrual” que “restringe el acceso al mercado de trabajo”. No obstante ello, la normativa no plantea el reconocimiento de un día femenino como un derecho laboral dentro de los convenios de trabajo. Esta cuestión, al igual que las licencias por violencia de género y la extensión de las licencias por maternidad y paternidad, han sido relegadas por todos partidos patronales, incluido el FR, que tiene entre sus principales dirigentes a elementos de la UIA.


 


Las mujeres tendremos que movilizar y organizarnos si queremos arrancar esta cobertura. 


 


 


 Educación sexual


 


El aspecto más superficial del proyecto es el referido a la educación para la salud: “la falta de productos de gestión menstrual, como la falta de educación para entender correctamente cómo funciona nuestro cuerpo tiene un impacto negativo muy fuerte en la vida de las niñas y mujeres (…)  la estigmatización social del ciclo menstrual. La medida que impulsamos ayudaría a prevenir infecciones y también embarazos no deseados”, dijo Ferraro para argumentar sobre la aprobación del proyecto.


 


Esta orientación es incompatible con el clericalismo que impera en el gobierno de María Eugenia Vidal y en el propio PJ, que tiene al Papa como uno de los protagonistas de la interna. La Provincia de Buenos Aires viene de retroceder sobre el protocolo para la atención de los abortos no punibles por pedido directo de la Iglesia Católica, sin que la mayoría opositora siquiera se quejara.


 


La educación para la sexualidad desde una perspectiva científica choca con los comités de bioética de los hospitales y con el vaciamiento hospitalario, y con  la propia currícula escolar que plantea la transversalidad de esta materia y el reconocimiento de las diversas “cosmovisiones institucionales”, un artilugio para la educación clerical.


 


 


Programa de lucha


 


La provisión de los productos de gestión menstrual constituye un derecho de las mujeres que no podemos dejar en manos de los enemigos políticos de las reivindicaciones femeninas. 


 


Este aspecto no puede ser desvinculado de los problemas más generales que atravesamos las mujeres en materia de salud, que van desde la educación sexual hasta la adecuada atención ginecológica, otro aspecto soslayado en el proyecto y que afecta fuertemente a las mujeres.


 


 Lo mismo sucede en relación al reconocimiento de la licencia por día femenino, que la burocracia sindical ha abandonado por completo.


 


Necesitamos organizarnos en los lugares de estudio y de trabajo para imponer nuestras demandas.


 


Provisión de productos para el ciclo menstrual y atención ginecológica adecuada. ¡Abajo el recorte en salud!


 


Anticonceptivos gratuitos y de calidad en hospitales y escuelas


 


Educación sexual científica y laica


 


Salario igual a la canasta familiar. ¡Abajo el techo a las paritarias!


 


Licencia por Día femenino en los lugares de estudio y trabajo


 


Separación de la Iglesia del Estado