Mujer

6/3/2020

Lucía Pérez: primera audiencia por la apelación del fallo que absolvió a los femicidas

Vamos por la condena a los asesinos y el enjuiciamiento de los jueces

El jueves 5 se realizó en La Plata la primera audiencia por la apelación del aberrante fallo que, en diciembre de 2018, absolvió a los femicidas de Lucía Pérez.


Aquella sentencia de los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas, del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar Del Plata, constituye una ofensiva para el movimiento de mujeres, un alegato ideológico al servicio de naturalizar las relaciones de dominación y opresión que atraviesan a las mujeres en esta sociedad, para desestimar la denuncia por abuso sexual seguida de muerte. El tribunal marplatense fundamenta la inocencia de los acusados en base a afirmaciones tales como “Lucía tenía una personalidad que distaba mucho de ser sumisa” y “era de tener relaciones con hombres a los que apenas conocía”. De esta manera, descarga la responsabilidad en la propia joven de 16 años.


En octubre de 2016 el país entero se conmovió ante el brutal femicidio. En una jornada histórica, el ascendente movimiento de mujeres ganó las calles y convocó a un paro nacional exigiendo justicia por Lucía.


Por la brutalidad del caso y por el impacto que tuvo en todo el país, la impunidad garantizada para los femicidas busca ser aleccionadora. Se trata de la protección que gozan los “hijos del poder”, y los negocios ilegales que crecen al amparo del  Estado -como el narcotráfico en este caso. Por su contenido, ese vergonzoso fallo absuelve a todo el régimen de sometimiento a las mujeres.




Mientras se desarrollaba la audiencia se realizó una concentración de centenares de personas, incluida una caravana que viajó desde Mar del Plata. Numerosas organizaciones políticas y de mujeres nos hicimos presentes ante el Tribunal de Casación para respaldar el reclamo de la familia de Lucía. De la convocatoria formó parte la diputada nacional del Partido Obrero en el Frente de Izquierda, Romina Del Plá, impulsora junto a familiares y otros legisladores de un pedido de enjuiciamiento a los jueces que dictaron el fallo absolutorio.


Esta lucha está más vigente que nunca. Sobre todo, cuando en los poco más de dos meses de este 2020 ya se conocieron 64 femicidios, lo que en promedio significa que una mujer es asesinada cada 23 horas.



La Cámara de Casación, no obstante las críticas que recibió el fallo hasta de parte de organismos internacionales, demora una resolución sobre la apelación. Lo único que puede cambiar esta situación y lograr un dictamen favorable es la movilización popular en cada instancia que se presente, hasta conseguir justicia por Lucía.


 



Además del creciente número de femicidios, las mujeres sufrimos cotidianamente la violencia en todos los ámbitos (familiar, laboral, callejero), situación que se agrava en un cuadro de crisis y descomposición social. Por la impunidad reinante y por su inacción, el Estado es responsable. El caso de Lucía lo revela en toda su crudeza.


Este 8 y 9 de marzo seamos millones en las calles levantando más alto que nunca las banderas de justicia por todas las pibas asesinadas, Ni Una Menos, por el aborto legal, seguro y gratuito y la separación de las iglesias del Estado. Repudiemos el pago a la deuda externa usuraria que solo traerá más ajuste y opresión. En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora gritemos bien fuerte ¡Justicia por Lucía Pérez!