El viernes 7 se conoció la noticia del doble femicidio del asesinato de Isabel Martina Tapia (de 43 años de edad) y su hija Jazmín Ámbar García (de 7) en el edificio 33 de Lugano 1 y 2, por parte de la pareja de Isabel.

 

Se trata de una nueva muestra de la barbarie que estamos viviendo cotidianamente en Villa Lugano. A la escalada de femicidios y denuncias por violencia que existen en el barrio, se le suma la impunidad absoluta con la que actúa la policía de la Comisaría n° 52 –donde, según varias víctimas denunciantes, son ninguneadas y desestimadas cuando se presentan a pedir ayuda.

 

En lucha

 

Lugano viene siendo protagonista de grandes conmociones en el movimiento de mujeres. Hace un mes se creó la Red de organizaciones, familias y docentes de Lugano, que se ha puesto a disposición para organizar la lucha por la búsqueda de las pibas que desaparecen.

 

En esas oportunidades, la comisaria y la fiscalía actúan de la misma forma que con los casos de violencia: desestiman la búsqueda de las pequeñas, y colocan a las madres como las responsables. El rol de la policía y la justicia es una pieza fundamental en la cadena de sometimiento hacia las mujeres que ejerce el Estado para desactivar cualquier movimiento de lucha por sus derechos.

 

Ya fueron varias las movilizaciones para denunciar el accionar de esta comisaria, con una responsabilidad absoluta en la enorme zona liberada que hoy existe en Lugano para la venta de paco, las redes de trata y el delito organizado.

 

Perspectivas

 

Desde el Partido Obrero, el Polo Obrero y el Plenario de trabajadoras estamos realizando una enérgica campaña por la aparición de Nadia Rojas, a la que sumamos el reclamo de justicia por Isabel Martina Tapia y Jazmín Ámbar García –que no debe ser identificados como hechos aislados, sino como piezas del engranaje de explotación y manipulación al que somos sometidas las mujeres.

 

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, lejos de cumplir con la ley, impulsada por el bloque del Frente de Izquierda, de construcción de un Centro Integral por Comuna, ha desfinanciado los existentes recortando su presupuesto. Entre ellos, el de Lugano, al cual basta visitar para ver el colapso de quienes trabajan ahí, ya que no dan abasto con los turnos y los requerimientos de la población asistente. El gobierno de Rodríguez Larreta es completamente responsable de esta situación.

 

En el marco electoral actual, los candidatos patronales desfilan por las redes sociales con el cartel de Ni una Menos; sin embargo, son los primeros defensores y encubridores del aparato policial y judicial –complemente descompuesto y adicto al disciplinamiento y sometimiento de las mujeres–, así como los principales encubridores de las redes de trata que se roban a nuestras pibas.

 

Llamamos al conjunto de mujeres de Lugano a iniciar una fuerte campaña denunciando esta brutal situación de dominación que pretender imponer a las mujeres trabajadoras y jóvenes de los barrios más vulnerables.