Macri, como se esperaba, vetó la ley que reglamentaba el aborto no punible en la Ciudad. Lo hizo -según Clarín- siguiendo el reclamo de la Iglesia.

La ley establecía que, en casos de violaciones, las jóvenes mayores de 14 años podían realizarse un aborto sin una previa autorización de los padres y también eliminaba el tope de las 12 semanas de embarazo. Los macristas alegan, precisamente, que la ley es una suerte de legalización del aborto, lo cual exige una ley de la Nación y, por lo tanto, el compromiso del kirchnerismo -a sabiendas de que CFK no quiere saber nada de esto.

Los kirchneristas de la Ciudad, quienes apuestan a estar  “en la misa y en la procesión”, no han movido un dedo contra el veto de Macri. Un poco de ruido, algo de Página/12 y no mucho de “6,7,8”. La centroizquierda tampoco está para hacer demasiado escándalo, cuando se sabe que Binner -su máximo referente- también rechaza el derecho al aborto. Además, varias provincias gobernadas por kirchneristas -como Salta o Río Negro- han hecho reglamentaciones tan o más reaccionarias que Macri.

Llamamos a realizar una gran manifestación para doblegar el veto de Macri.