Mujer

3/5/2017

Mar del Plata: llamamos a marchar masivamente por Justicia para Analía y Araceli

Frente al asesinato de la hermana de una compañera del Polo Obrero y los crímenes contra las mujeres: este miércoles, 16h, concentramos en Mitre y San Martín para movilizar


En el mismo momento en que se conocía el paradero del cuerpo mutilado de Araceli Fulles, Mar del Plata se conmovía también por el femicidio de Analía Núñez, una joven de 24 años, hermana de una gran compañera militante del Polo Obrero de la ciudad. 


 


El principal sospechoso es su pareja, quien posee antecedentes de violencia expuestos por otras mujeres con quién mantuvo relaciones, y por la propia Analía que radicó su última denuncia hace solo 15 días.


 


La familia se ha puesto a la cabeza de la denuncia junto con el Polo Obrero y con otras organizaciones para cuestionar también los mecanismos confusos y amañados con los que se está llevando adelante la causa.


 


El fiscal ya lo ha caratulado como homicidio agravado, contrariando lo que reclama la familia. La justicia pretende contentar a los familiares y vecinos de Analía con la detención de un solo sospechoso y con esta carátula; sin embargo, la hermana de Analía insistió ante medios y organizaciones que peleará "para que se caratule como lo que fue: un femicidio". Además, denunció la participación de otros dos hombres en el crimen y exigió que se investiguen a fondos las responsabilidades por el crimen de su hermana.


 


El caso de Analía completa una oleada de femicidios durante el mes de abril que ha dejado casi tantas mujeres menos como días tiene el mes. No es casual: la subordinación de la mujer trabajadora es una pieza fundamental del  régimen. El Estado actúa como garante principal de esta subordinación mediante la legislación, la justicia y sus aparatos de seguridad. Por eso, son las mujeres trabajadoras de los barrios -muchos de ellos zonas liberadas para la  proliferación de la explotación del cuerpo de la mujer y el narco, bases de la recaudación de las cajas negras de la policía- quienes más sufren la violencia doméstica, los femicidios, los abortos y la violencia laboral. 


 


La complicidad del Estado ya había quedado al descubierto con el aberrante crimen de Lucía. Aquí se llegó al extremo en el cual un funcionario  de la Secretaria de Seguridad del municipio (!)  tuvo que renunciar a su cargo luego de que el movimiento de mujeres lo denunciara por defender al acusado del asesinato de Lucía, integrante de una reconocida familia de contadores de Mar del Plata. Luego de esto, la participación del Estado continúo por estos caminos: el Secretario de Gobierno del intendente Carlos Arroyo, fascista enrolado en Cambiemos, agredió a la madre de Lucía, mientras que el propio intendente hizo gala en un acto escolar de que el problema de la violencia hacia la mujer no era más que "una moda". 


 


Las mujeres necesitamos una organización independiente del Estado que luche junto a las organizaciones obreras para terminar con un régimen social que impone estos flagelos a la mujer trabajadora.


 


Exigimos el inmediato esclarecimiento de estos femicidos. Juicio y castigo a TODOS los responsables.


 


Justicia por Analía. ¡Fue femicidio!


 


Justicia por todas. Araceli, Lucía y Micaela ¡Presentes!


 


El Estado es responsable