Mujer

22/9/2017

Marcha en Tucumán por la aparición con vida de tres mujeres

Y de Benicio, el hijo de 2 años de una de ellas


Daiana Garnica, Mariana González y Milagros Avellaneda (junto a su hijo de 2 años Benicio), se encuentran desaparecidas en Tucumán. Los casos tienen como denominador común la complicidad del poder político y/o la justicia. Para pedir por su inmediata aparición con vida y denunciar el entramado de impunidad es que desde el Ni Una Menos se convocó a una marcha el pasado 20 de septiembre. 


 


En el caso de Daiana el fiscal actuante desestimó la hipótesis de trata desde un principio y, como resultado, no se llevaron adelante las medidas correspondientes. Aunque ya se realizó la denuncia en el juzgado federal el tiempo perdido dificulta la búsqueda de la joven. A esto debe sumarse que los jueces de instrucción que estaban de turno cuando ingresó la causa – el  7 de mayo- se negaron a ordenar los allanamientos peticionados por el fiscal y uno de ellos mantuvo comunicaciones con una imputada. Sobre esto no se dio ninguna explicación ni se tomó ninguna medida. 


 


El en caso de Milagros Avelleneda y Benicio Coronel el principal responsable es un guardiacárcel, Roberto Rejas, a quien la joven le reclamaba la paternidad del bebé. Rejas contó con la complicidad de familiares de efectivos de la policía federal para borrar pruebas. La mamá de Milagros, Amalia Ojeda, en la marcha planteó que el reforzamiento de la policía por parte del gobierno lejos de ser una salida pone en mayor riesgo a las mujeres. "Yo veo un policía y corro a otro lado, por el miedo de que me desaparezcan como lo hizo el guardiacárcel a mi hija Milagros Avellaneda y mi nieto Benicio Coronel". 


 


Mariana González es el caso más antiguo -ya lleva 3 años y 9 meses desaparecida- y no hay muchos rastros. La última vez que se la vio fue cuando se dirigía a la ciudad -ella es oriunda de un pueblo del interior- a comprar una medicación.  Su mamá, Nery Corbalán, denunció que como son una familia pobre, para el gobierno son basura que se puede descartar. Ese menosprecio se refleja en que nunca nadie se les acercó, como se repite en los otros casos, para ofrecerle contención ni nada. 


 


Es fundamental redoblar el camino de la movilización y organización independiente, único camino que da resultado y permitirá desmantelar la impunidad.