Mujer

12/12/2017

Misiones: se retomó el juicio por la muerte de la niña Selene Aguirre

Hoy 12 de diciembre se retomó el juicio por el esclarecimiento de la muerte de Selene, la pequeña hija de Victoria Aguirre, en el Tribunal Penal de Oberá (Misiones), luego de que se suspendiera en julio el debate y que organizaciones de mujeres demostraran que dicho juicio estaba atravesado de parcialidades y prejuicios de índole misógina y clasista.


En ese juicio se encuentran en el banquillo de los acusados tanto el victimario, Rolando Lovera (ex pareja de Victoria), como la propia Victoria, también víctima de la violencia de Lovera. En los casi tres años que Victoria lleva presa, se le negaron todos los pedidos de excarcelación con la excusa ridícula de riesgo de fuga -criterio que ese mismo tribunal no aplicó para el femicida  Willy Ríos y el abusador Alejandro Santandrea.


Hay que destacar, además, que Lovera llega al juicio acusado de homicidio simple, cuando la carátula que correspondería es “femicidio vinculado”, como reclaman la defensa de Victoria y el movimiento de lucha que se ha formado en torno a este caso. La Justicia se resiste a utilizar esa figura porque, según la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema, "los tiempos procesales para determinar la motivación de un homicidio son lentos" (Clarín, 12/2) –un acto de cinismo por parte de una justicia que actuó con apuro para responsabilizar y revictimizar a Victoria, cuando la única prueba en su contra es que estuvo hasta el último momento junto a su hija.


Victoria, madre soltera y estudiante de magisterio, había elegido esa carrera para poder “enseñarle” mejor a su hija, a quien los médicos no le daban más que un año de vida cuando nació –por la deficiencia congénita que tenía– ni le auguraban caminar ni un desarrollo intelectual normal. Aun así, gracias a su cuidado, la nena logró avances madurativos desafiando los diagnósticos y pronósticos desalentadores.


El 29 de enero del 2014 Victoria llega con Selene sin vida a la guardia del Samic y es detenida por la policía sin miramientos. Victoria tuvo que llevar adelante el duelo de perder a su hija dentro de la cárcel, y soportar ella y su familia la cruzada mediática que desplegaron algunos medios locales contra su persona, por ser una mujer madre que “no cuidó de su hija”, y un ataque compacto contra el movimiento de mujeres, para defenestrar la lucha. Esa es la lógica que despliega la Justicia, que se ensaña en cada caso con los pobres, y redobla la violencia estatal contra las mujeres pobres y madres, como sucedió con María Ovando y con Nancy Da Rosa, entre otras.


El caso de Victoria y la muerte de su hija muestra crudamente cómo el Estado y sus instituciones, que niegan derechos elementales para que una mujer tenga la posibilidad de apartarse de una relación de violencia, se ensañan contra mujeres como Victoria para enviar un mensaje de disciplinamiento sobre el lugar social reservado para las mujeres bajo este régimen y naturalizar la violencia de género como cuestiones del ámbito privado y doméstico.


Por todo esto seguimos sosteniendo que la libertad para Victoria ES justicia por Selene, que la cárcel a Lovera ES justicia por Selene.