Mujer

23/9/2020

Misiones: se suspendió el juicio contra María Ovando

Una vez más quedó claro que para la “justicia” burguesa el único objetivo es castigar a una mujer pobre y al movimiento de mujeres independiente del Estado.

Ayer tuvo lugar la segunda jornada del juicio oral que se está llevando adelante contra María Ovando y otros dos imputados -Laurindo y Ferreira- por el abuso sexual a una de sus hijas y una nieta. Apenas iniciada la audiencia de debate el juicio fue suspendido a raíz de los planteos de nulidad presentados por los defensores en la jornada de ayer. La resolución de dichos planteos dividió a los integrantes del tribunal, lo que derivó en la decisión del presidente del mismo -Atilio León- en presentar su inhibición con lo cual el juicio quedó suspendido.

El planteo de nulidad interpuesto por los defensores es en razón de que la causa habría sido elevada a juicio sin cumplir con los requisitos mínimos que debe reunir la acusación, esto es, los datos precisos sobre las circunstancias en que se produjeron los abusos, lo que impide tener elementos para saber qué se está juzgando en definitiva y, por lo tanto, implica una afectación directa al derecho de defensa. La suspensión del juicio solo viene a confirmar lo que se viene denunciando respecto de esta nueva causa contra María: se trata de un proceso plagado de irregularidades, construido sobre prejuicios y la estigmatización que padeció María y su familia en todos estos años y por lo tanto se constituye como un nuevo ataque de la justicia misionera contra una mujer pobre y por elevación contra el movimiento de mujeres que conquistó su libertad en el 2012.

El fiscal, por su parte, amplió la acusación sumando el delito de corrupción de menores, además de manifestar que las víctimas serían 3 ya que habría otra menor hija de Ovando también abusada. El accionar del fiscal, tanto en el marco de sus funciones como en sus declaraciones públicas, no solo resulta violatorio de las normas que rigen el proceso, sino que importan el ejercicio deliberado de violencia dirigida principalmente hacia María, erigiéndose como la cabeza de la campaña del Estado en su contra.

La suspensión del juicio plantea un panorama de incertidumbres en cuanto a la integración del tribunal con la inhibición de su presidente, pero también en lo que respecta a la fecha de reanudación. Ello con la gravedad de que hay dos imputados que llevan más de 5 años detenidos en una causa que hace aguas por todos lados.

Por otra parte, está presente la preocupación por las víctimas pues en el expediente la madre de una de ellas manifestó oportunamente que los abusos tuvieron lugar cuando se encontraban al cuidado de familiares por disposición de la justicia que le quita la tenencia a María. Esto jamás fue investigado porque en definitiva significa poner luz sobre la responsabilidad del Estado que se desentendió del seguimiento que se requiere en estos casos. Ni a la justicia en particular ni al Estado provincial en general les importó nunca velar por la integridad de lxs hijxs de María. Lxs niñxs no tuvieron acceso a las condiciones mínimas de existencia ni antes, ni durante, ni después del juicio. Las intervenciones del Estado en la vida de ésta familia, como de tantas otras, solo trajo aparejada la violencia estatal que significa la persecución del sistema penal que no escatimó en llevar adelante todo tipo de arbitrariedades en las dos oportunidades en que María fue procesada y llevada a juicio.

Desde el Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero reclamamos la inmediata absolución de los imputados en la causa y que la justicia de cuenta de dónde y en qué condiciones se encuentran las menores víctimas de abusos. También la destitución del fiscal Rodríguez quien ha actuado como un cazador de brujas en contra de María ignorando todos los procesos judiciales. Esta “Justicia” que hoy persigue a María es la misma que se ensañó, apresó injustamente y llevó a la muerte a Cristina Vázquez mientras deja libre y no investiga a los hijos del poder sospechados en causas de femicidio. Llamamos al movimiento de mujeres y a la sociedad en general a repudiar al sistema judicial misionero y su accionar, así como a reclamar por la libertad definitiva de María Ovando. ¡Libertad a María Ovando! El Estado es responsable.