Mujer

8/3/2018|1493

Nefasta convocatoria de la burocracia sindical opositora

*Ileana Celotto (secretaria general de la AGD-UBA), Amanda Martín (secretaria adjunta de Ademys) y María Tango (Mesa Nacional del Polo Obrero) 


El 6 de marzo se conoció una solicitada firmada por la CGT, la Corriente Federal, las dos CTA y el trío de organizaciones sociales de San Cayetano que excluye del 8M la reivindicación del aborto legal. Publicamos, a continuación, una crítica a dicho documento.


Al mismo tiempo que una imponente audiencia pública y movilización en el Congreso lanzaba el proyecto de ley del aborto legal, toda la burocracia sindical se unía para extirpar esa consigna de una convocatoria al 8M por parte de: CGT (presumimos moyanista), CTA Autónoma y CTA de los Trabajadores, Corriente Federal, CTEP, Barrios de Pie, CCC y el Sipreba. En el presente cuadro político, no incluir esta consigna, es movilizarse contra ella.


La larga mano de la Iglesia se metió de lleno para este manijazo de la burocracia sindical opositora, que guitarrea contra el ajuste, detalla un número de genuinas reivindicaciones -por las cuales muchos de ellos no luchan- y rechaza la reforma laboral que la misma CGT pactó, cuando Schmid integraba el Triunvirato. Quienes no se unieron siquiera el 21F (el deggenarismo no estuvo) se unieron para convocar al 8M, dos días antes, mediante un documento que ignora la reivindicación central de este día internacional de la mujer.


La maniobra contra el colectivo convocante es tan profunda que montaron una conferencia de prensa propia en el monumento al Trabajo y pretendieron encabezar una marcha que, por derecho propio, pertenece a los movimientos de lucha que vienen organizando, año a año, las reivindicaciones de la mujer. No lograron el segundo objetivo, pero marchan como columna para regimentar en este grupo antiaborto a las trabajadoras de sus gremios.


Pero la contradicción y el cinismo de esta convocatoria van mucho más lejos. Estas centrales sindicales llaman a movilizar el día del paro internacional de mujeres sin organizar ni llamar a parar, ni siquiera, por ejemplo, una hora en todos los lugares de trabajo de sus sindicatos.


Es de hacer notar que el centroizquierda sindical, tanto kirchnerista como no kirchnerista, se ha plegado a esta amputación política y sindical de una reivindicación femenina de la magnitud del derecho al aborto. Por supuesto, para variar, el manijazo no ha sido motivo de debate en asambleas de los sindicatos de los que se alinean en esta perspectiva, contraria a las organizadoras de la movilización y contraria al movimiento internacional de la mujer por este derecho. A esta maniobra se han sumado dirigentes del Sipreba, el flamante sindicato de trabajadores de prensa, con la oposición de los directivos de la Naranja.


La frutilla del postre es que se reivindica la libertad de Milagro Sala, pero no el levantamiento de la prisión preventiva de Arakaki y Ponce, así como la libertad de los presos del 14 de diciembre y de todos los procesados por esas formidables movilizaciones obreras contra el robo a los jubilados, que justamente desoyeron el llamado de la CGT a desmovilizar.


Párrafo aparte merecen firmas como la de Barrios de Pie, mientras su legisladora Victoria Donda es la primera firmante del proyecto en Diputados.


Llamamos a las compañeras y compañeros de Barrios de Pie y de todos los movimientos sociales a movilizarse por el derecho al aborto que, como causa de muerte adolescente, azota a las más postergadas.


Llamamos en cada sindicato y en cada lugar de trabajo a organizar desde abajo, como fuera posible, el paro que la burocracia sindical en su conjunto no llama. Llamamos a movilizarnos en forma independiente de esta convocatoria negativa, que atrasa y desorganiza, que divide y desorienta. Llamamos a movilizarnos desde asambleas de base y convocatorias de activistas en todo el movimiento obrero y popular, en los términos de la que ya fuera una gran movilización el 8M del año pasado, un día después de la rebelión contra el palco cegetista. Ahora llamamos a rebelarnos contra esta convocatoria que amputa la reivindicación central de este 8M.


Adelante compañeras, vamos por todos nuestros derechos contra la superexplotación capitalista, contra el oscurantismo clerical, por el derecho al aborto, por la emancipación de la mujer como parte de la emancipación de toda explotación humana.