Mujer

27/5/2016|1412

Neuquén: carátula de femicidio en la causa por Noemí Maliqueo

El 20 de septiembre de 2015, Noemí Maliqueo (21) fue asesinada por su pareja de un tiro en la cabeza. Marcelo Valdés, el asesino, se había fugado mientras cumplía una condena por robo con arma. Sus antecedentes incluyen violencia de género y narcotráfico.


En mayo, el juez hizo lugar a la carátula de femicidio. Se trata de un segundo juicio por esta causa en una provincia en la que no existe ninguna condena bajo ese tipo penal.


En 2012, con la reforma del Código Penal, se incorporó el femicidio como figura agravada del delito de homicidio simple, planteando la posibilidad de la cadena perpetua. Pero los asesinatos contra las mujeres aumentan -ahora estamos organizándonos ante el asesinato de María Barrios, de Centenario. Tampoco se redujo la violencia de género por la reglamentación de las leyes 2.785 y 2.786 neuquinas, de protección a las mujeres. Porque el origen de la violencia que terminó con la vida de Noemí está en el régimen social del abuso sexual, las redes de trata, en muchos casos organizado desde el propio Estado. Desde la familia de Noemí y el Plenario de Trabajadoras de Neuquén defendemos la carátula de femicidio y vamos a ir a fondo en las responsabilidades del Estado en este crimen. Porque las peripecias del asesino Valdez sólo pudieron concretarse con la venia policial y judicial, y sólo fue apresado porque nos organizamos, nos movilizamos y desplegamos una campaña. Asimismo, hemos pedido la continuidad de la prisión preventiva de Valdez hasta que se sustancie el juicio oral.


La violencia contra la mujer es una forma de control social, el femicidio es su cara más extrema. Porque la descomposición de las relaciones sociales que genera el Estado capitalista permite que la ejecución de esa violencia quede directamente en manos de las parejas o ex parejas. El femicidio es una tercerización perversa de la violencia estatal, implantado como un virus en el seno mismo de la clase trabajadora. Por eso tenemos que enfrentarla movilizados de manera independiente por un nuevo Ni Una Menoseste 3 de junio y por un programa contra la violencia hacia la mujer, que denuncie la responsabilidad del gobierno y del Estado, responsables del ajuste y la impunidad, que desenvuelva un programa reivindicativo -está planteada la lucha por las casas refugio- y organice a la mujer trabajadora detrás de un programa de independencia política de todos los responsables desnudando el carácter femicida del Estado capitalista.