Mujer

15/3/2021

Neuquén: votan contra la reglamentación de Casas Refugio para víctimas de violencia de género

El Frente de Todos y el MPN bloquean la iniciativa. Vamos a la lucha por un Consejo Autónomo de Mujeres.

Diputada FIT-Partido Obrero

Hace casi un año que el proyecto que presenté para la constitución de Casas Refugio por localidad fue aprobado en la Legislatura de Neuquén como Resolución Nº 1.057. En ese momento el proyecto fue avalado y presentado junto a familiares de víctimas de femicidios, como el de Noemí Maliqueo, Carina y Valentina Apablaza, María Silvana Barrios y Fernanda Pereyra. Esta semana, cuando presenté el planteo de exigir dicha reglamentación al Poder Ejecutivo, El Frente de Todos y el MPN no la apoyaron.

El proyecto aprobado sería un verdadero paso progresivo respecto a la situación actual, ya que establece que será considerada víctima de violencia de género la mujer que realice la denuncia de manera verbal, virtual o escrita, en forma personal o por terceros, con o sin asistencia de letrados, ante cualquier dependencia estatal o centros de asistencia, en las líneas gratuitas (líneas 144 y 148), a través de las apps habilitadas o si lo declara al momento de llegada al lugar.

Que las casas particulares, clubes u hoteles podrán ser reconvertidos en lugares de alojamiento y acondicionados según los protocolos sanitarios por Covid-19. Que, a su vez, contarán con la presencia permanente de un plantel de trabajadores profesionales y asistencia legal gratuita, de planta permanente y condiciones bajo Convenio Colectivo de Trabajo.

Que no haya sido reglamentado, a casi un año de su votación (y del crecimiento de la violencia y femicidios en Neuquén y el país), es un hecho gravísimo. Expresa un veto de facto que verifica la pertinencia de la consigna “El Estado es responsable”, que sostienen familiares y el movimiento de lucha de mujeres y diversidades.

Los cinco femicidios ocurridos en nuestra provincia durante el 2020 (más cuatro intentos frustrados) y los dos femicidios de María José y Guadalupe en 2021, son la prueba de que se trata de una medida urgente y para ahora, la reglamentación y reserva presupuestaria para su ejecución.

Las estadísticas son alarmantes: crecieron un 34.93% las denuncias en la Oficina de Violencia de la ciudad de Neuquén (OV). De 8,3 diarias a 11,2, de las cuales se judicializan 10,1. Esto significa que de los hechos que se exponen, casi la totalidad merece una medida de protección.

Los datos del Observatorio Provincial de Violencia indican que en Neuquén se encuentran 350 mujeres en alto riesgo. Y hablamos de los casos que pueden ser cuantificados, por tratarse de denuncias y expedientes que han logrado sortear los pasilleos y negativas de tomar denuncias, como manifiestan muchas mujeres. Es decir que por la experiencia repetida -de la complicidad del Estado empoderando a los violentos, no a la mujer que denuncia y que queda sola ante quien avisa, amenaza y ejecuta un femicidio de manera pública-, muchas mujeres hoy prefieren no denunciar.

Por lo tanto, la negativa del Frente de Todos y el MPN, que se llenan la boca hablando de violencia de género y sororidad, es una muestra que la votación de la resolución fue una victoria política de la banca y del movimiento de mujeres. Se derrotó la política misógina de los bloques patronales que se limitan a declaraciones de emergencias truchas e impulsan los organismos de Estado como el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, que no tiene ni una sola política para revertir la situación que atravesamos las mujeres y diversidades trabajadoras.

Que estos bloques hayan rechazado la reglamentación para la creación de las Casas Refugio, demuestra de qué lado están, sumado al ajuste que descargan sobre la clase trabajadora y que vulnera aún más la situación de las mujeres y diversidades.

La conquista de nuestros derechos, y una mejora en las condiciones de vida de las mujeres y las diversidades, no vendrá de la mano de oficinas estatales atadas a la orientación política de los distintos gobiernos -que siguen priorizando una Argentina de sometimiento, lo que implica más ajuste y más violencia.

Seguimos luchando por un Consejo Autónomo de las Mujeres, que sea una herramienta de organización política de las mujeres y fortalecimiento de nuestra lucha. Autonomía política frente al Estado y presupuesto para que seamos nosotras mismas las que tomemos en nuestras manos la batalla contra la opresión y la violencia.
Por eso la salida es luchar de forma independiente de los gobiernos y sus bloques patronales. Ni una menos.