Mujer

26/6/2018

Ni sororidad ni feminismo transversal: lo que dijo Romina Del Plá y recortó Noticias

Foto: Revista Noticias.

Tras la media sanción del proyecto de legalización del aborto en Diputados, la tesis de que hemos logrado esta primera victoria en virtud de una supuesta “agenda feminista” que es compartida por todos los bloques políticos del Congreso no tardó en difundirse como el elogio de la “transversalidad”. Esta lectura interesada es de hecho la que sostienen muchos de las y los legisladores que promovieron la aprobación del proyecto.


En una reciente entrevista de la Revista Noticias a cuatro diputadas impulsoras de la ley –Victoria Donda (Libres del Sur), Silvia Lospennato (PRO), Mónica Macha (FPV-PJ) y nuestra compañera Romina Del Plá (Partido Obrero-FIT)– titulada “feminismo transversal”, se busca reforzar esta tesis de embellecimiento del parlamento. De acuerdo a esta lectura, el parlamento burgués puede ser terreno fértil para la conquista de derechos gracias al método de la “transversalidad”, es decir, que los diputados y diputadas trabajen mancomunadamente por un “interés general”. Ni tal interés general existe –el “interés general” que domina nuestro parlamento es el interés particular de una clase social que busca recrudecer la explotación social contra la mayoría popular– ni es cierto que ese “trabajo transversal” no sea un método habitual del parlamento. Ahora mismo, traman en secreto una transacción por el Presupuesto fondomonetarista 2019. Lo que la revista Noticias omitió en su edición del reportaje, fue la contundente refutación de nuestra diputada Romina Del Plá a toda esta patraña.


Romina refutó, justamente, la tesis de la transversalidad, marcando que este Congreso que aprobó la media sanción del aborto legal es el mismo que también aprobó las cien leyes del ajuste contra los trabajadores. Romina no sólo contrastó con las demás diputadas por la denuncia sin tapujos del rol de la Iglesia (mientras Donda, en el mismo reportaje, rescata al Papa y su “rol social”), sino que explicó que la victoria en este derecho de la mujer tiene que reforzar la batalla política popular contra todas las formas de la opresión social. Lejos de toda “transversalidad”, fue la calle la que definió la aprobación y el mérito de años de lucha del movimiento de mujeres, que sorteó todas las presiones clericales con influencia en todos los bloques del Congreso, al punto que el FIT es el único bloque que tiene el aborto legal en su programa.


Confundir un grupo de WhatsApp operativo con la “transversalidad feminista” es una maniobra política. Para el Partido Obrero no existe una agenda feminista transversal con los partidos que han gobernado y gobiernan contra las mujeres –sean de Cambiemos o del FpV-PJ–, sometiéndonos al trabajo precario y la pauperización general de nuestras vidas, postrándose ante el capital financiero internacional y –doblemente caro para las mujeres– ante el Vaticano, predicando la resignación y el sometimiento.


Nuestra banca en el parlamento fue crítica de la transversalidad por la paridad de género en las listas electorales como un mecanismo de embellecimiento del régimen opresor y sus instrumentos –en este caso, el parlamento burgués. En aquella oportunidad tuvimos una polémica con el PTS, que a través de su diputada Myriam Bregman fue tributario de esta «transversalidad» que no conducía a la conquista de ningún derecho –como sí lo es, en cambio, claramente el caso del aborto legal– y solo aportó confusión política respecto del rol de los socialistas en el parlamento. En el plenario de comisiones, nuestra entonces diputada Soledad Sosa planteó que adjuntaran al tratamiento de paridad los proyectos cajoneados hasta entonces, como el de aborto legal, reclamo en el que tampoco el PTS acompañó. En la paridad en las listas electorales, no estaba en juego ni la conquista de un derecho, ni el impulso a una mayor participación política de la mujer trabajadora, sino allanar el carrerismo político de las mujeres que ejercen la representación parlamentaria al servicio de la clase capitalista. La votación del aborto en diputados lo confirmó: de 100 diputadas, votaron 50 a favor y 49 en contra, lo que confirma –aunque sobra decirlo– que la condición de género no supone en sí misma una defensa de los derechos de las mujeres.


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Para la burguesía, la clandestinidad del aborto es sobre todo una poderosa herramienta de regimentación y control social sobre la mujer, pero no irremplazable como tal. Fue el planteo sistemático de Romina Del Plá durante todo el debate y también en el reportaje recortado que publicó la revista Noticias.


El lugar de cuarta firmante del proyecto que ocupa Romina fue ganado por el Plenario de Trabajadoras en una intensa lucha política. Desde ese lugar y como parte de la lucha contra toda opresión, nuestra banca se puso en primera línea de lucha por el proyecto de la “Campaña” y a la cabeza, en la Cámara, de la denuncia del clero y del planteo de separación de Iglesia y el Estado.


Lo que guía nuestra intervención en el Congreso, como en todos los terrenos de la lucha de clases, es la defensa de las mujeres trabajadoras y su progreso social y político. Con ese método, Romina Del Plá se convirtió en una de las principales referentes de esta pelea. La sanción definitiva de la ley de aborto legal y su implementación efectiva todavía deberá recorrer un largo camino de lucha. En Diputados ya se está preparando el tratamiento de una ley llamada de “libertad de culto”, con la que se pretende habilitar la objeción de conciencia institucional en la educación y la salud; en el Senado, un grupo de senadores está reclamando incorporar la objeción de conciencia al proyecto que ya cuenta con media sanción y que la excluye expresamente –entre otras maniobras. Una vez conquistada la ley, por lo tanto, la lucha deberá continuar por hacer que se cumpla. Pero, sobre todo, esta conquista abre un nuevo escenario político, un avance de las mujeres por sobre el oscurantismo de la Iglesia, refuerza la lucha por la separación de la Iglesia del Estado y refuerza la moral popular para las luchas que se vienen y que ya se están dando en todos los planos de la ofensiva capitalista contra las masas.