Mujer

28/6/2007|998

Otra Romina Tejerina en Salta

El diario de los Romero, El Tribuno, está usando el caso de Romina Tejerina para atacar a una mujer que mató a su bebé en Rosario de la Frontera. Mariela Alonso, empleada doméstica, quedó embarazada de su patrón, de quien ya tenía un hijo. Pero él le había “prohibido embarazarse” y Mariela ocultó su estado. Finalmente parió, como Romina, sola, en un baño. Bajo un disturbio mental llamado “psicosis puerperal”, mató a su bebé.


El fiscal pidió la condena máxima: perpetua. La defensora Marcela Robles se apoyó en la vieja ley de infanticidio y explicó que “Mariela había sido abandonada por el padre de su criatura, tenía dos hijos a los que no podía mantener y sufría de una fuerte presión familiar". Señaló que la mujer había pensado dejar el bebé en un hospital, o una iglesia. Hasta que llegó el parto.


Mariela fue condenada a 18 años de prisión, y la camarista Mirta Yobe tuvo el descaro de decirle: “Esperamos (el tribunal) que usted sepa valorar la atenuación de la pena, pues hemos considerado que usted no merecía prisión perpetua”. Como en el caso de Romina, la Justicia verduguea a la mujer sin considerar la enorme jurisprudencia sobre psicosis puerperal, ni el abuso al que Mariela fue sometida por su patrón durante años, ni la miseria extrema en que vivía. El patrón, por supuesto, no fue considerado responsable de nada.


Después del juicio, El Tribuno publicó dos páginas con el miserable título de “Condena atenuada”, tratando de presentar como benévolo este salvaje veredicto, más cruel todavía que el de Romina, condenada a 14 años. El mismo diario que durante el juicio contra Romina pidió para ella la pena máxima, ahora la usa para atacar a Mariela. Que una fue violada, que Mariela no. Que Romina era una adolescente (19) y Mariela es una adulta (29).


Hipócritas: un estudio de la Universidad de Salta (2003) señala a Rosario de la Frontera como una de las localidades donde reina el derecho de pernada y los patrones abusan sexualmente de las trabajadoras desde muy chicas. La disyuntiva es soportar en silencio o perder el empleo y aguantar las represalias.


Lo que hay que discutir es la situación de miseria y vulnerabilidad que viven las mujeres y los niños en Salta.


A los violadores, impunidad 


El argumento de que Mariela no fue violada es aún más infame, porque en Salta la Justicia libera a los violadores. En El Carril, el 20 de mayo fue violada Fabiana Laprida, de 19 años. Todo el pueblo se movilizó, primero para que los violadores fueran detenidos, después para que se hiciera justicia, y finalmente, el viernes 15, para repudiar al juez que los dejó libres con el argumento de que las relaciones fueron consentidas por esta linda jovencita que fue reina de belleza. En esas movilizaciones muchas mujeres dijeron que ellas también fueron violadas, que la violación es común en ese pueblo feudal que es El Carril, dominado por los patrones del tabaco.


Abandono de las mujeres golpeadas


Este tema merece un capítulo aparte. Rosana Alderete denunció muchas veces que su marido la golpeaba y amenazaba con matarla. Cuando finalmente los mató, a ella y a sus hijos (en 2004), quedó al desnudo la complicidad del Estado y de la Justicia con los golpeadores, y se generó un fuerte cuestionamiento al gobierno. Entonces salieron a hacer demagogia para lavarse la cara, y hasta el PRS planteó la creación de hogares-refugio. ¿En qué quedó todo?


La ley de protección a las víctimas o ley Alderete estableció que se debía actuar con celeridad y, ante la primera denuncia de violencia familiar, excluir al golpeador del hogar. También se incrementó el presupuesto de la Secretaría de la Mujer para que hiciera grandes campañas de prevención que alentaran a las mujeres a denunciar.


Les salió el tiro por la culata, porque hubo una avalancha de denuncias que colapsó el sistema judicial. De las 10.000 denuncias recibidas en 2005, se pasó a 24.000 en 2006. En lo que va del año, los jueces reclaman alguna solución al gobierno, porque reciben más de 100 denuncias diarias y aún no pueden resolver las anteriores.


La clave es que esta ley no resuelve el problema de fondo, que es el sostenimiento económico de la mujer y los niños. Así que el gobierno está buscando un parche para el colapso judicial. En este momento están discutiendo crear la figura de “la mediación”: que el problema se arregle entre las partes para preservar la familia. ¡Eso es dejar a las mujeres en manos de los golpeadores! Seguramente será aprobado, porque a Romero ni se le ocurre tocar plata del presupuesto o del superávit para brindar subsidios y vivienda para la mujer golpeada.


Todavía está fresco el escándalo en Orán, que desencadenó la destitución del secretario de Acción Social municipal, acusado de abandono de personas por negarle ayuda a la familia Árabe. Una madre con 9 hijos trabajaba en una finca por 16 pesos por día. Los chicos tenían un grave estado de desnutrición y nueve tipos diversos de parasitosis.


A Urtubey tampoco le interesan estos asuntos: él aboga por “la unidad de la familia” y administrar los mismos negociados de su papá.


Qué largo es escribir sobre las penurias de la mujer y de los niños de Salta. Es la muestra de la miseria total, sin justicia, con trabajo en negro, desocupación y humillaciones cotidianas. Sólo una organización independiente de la mujer va a dar una salida a todos estos problemas. Esa es la alternativa que propone el Partido Obrero.