Mujer

25/7/2016

Premios Platino: Dolores Fonzi reclamó por la libertad de Belén

Al recibir su galardón, en medio de la ceremonia que celebra la producción fílmica iberoamericana, la actriz exigió que se libere a la mujer tucumana presa por un aborto espontáneo


“¡Que el Estado deje de oprimir nuestros derechos! ¡Libertad para Belén, Belén somos todos!". Con estas palabras recibió Dolores Fonzi el premio Platino a la mejor actuación femenina por su rol en el film “La patota” – dirigida por Santiago Mitre y conocida como “Paulina” en su distribución extranjera-. Los premios celebran lo mejor de la producción cinematográfica iberoamericana y se entregan por tercera vez consecutiva en Punta del Este, Uruguay. 


 


Fonzi -que en la película interpreta el rol de una mujer violada y que recrea el rol que había realizado Mirtha Legrand en la primera versión de la película rodada en 1960- recibió el premio munida con un cartel que rezaba: “Libertad para Belén” y que logró colocar en la agenda pública internacional un hecho que conmueve a los argentinos y que se convirtió en el objeto de una militancia por la justicia, los derechos de la mujer y la libertad. 


 


Belén es el nombre de fantasía -para resguardar su intimidad- de una mujer de 27 años que hace dos años llegó a un hospital público de Tucumán para que la atendieran por un fuerte dolor de panza. En realidad, estaba sufriendo un aborto espontáneo pero Belén no lo sabía. Así fue señalado en los registros médicos hospitalarios, que determinaron en la historia clínica su caso como "aborto espontáneo incompleto sin complicaciones". Sin embargo, parte del plantel médico la denunció ante la justicia que la detuvo bajo el cargo de “homicidio agravado por el vínculo”. Por esa razón, Belén permanece en prisión desde marzo de 2014 hasta hoy, cuando su detención fue refrendada por la condena judicial dictaminada en abril de 2016 a ocho años de cárcel por el supuesto asesinato que habría cometido contra su bebé, contradiciendo los informes clínicos. El fallo de la Sala III de la Cámara Penal de Tucumán basa parte de sus argumentos en que la defensora oficial de Belén no cuestionó los hechos que se le imputaron aunque no presenta pruebas para sostener la condena. 


 


Impulsado por la diputada Soledad Sosa (del Partido Obrero-Frente de Izquierda) y el Plenario de Trabajadoras, una serie de organizaciones de derechos humanos y de la mujer acaba de presentar un amicus curiae ante la justicia tucumana para reclamar la libertad inmediata de Belén. La diputada Sosa explicó que “el recurso que presentamos plantea que Belén ha sufrido violación a sus derechos humanos, como el derecho a la libertad e integridad física, violencia y discriminación por ser mujer, violencia obstétrica, vulneración del derecho a la salud y al secreto médico-paciente, y a su derecho al principio de inocencia, el derecho de defensa en juicio y la correcta calificación penal. Las circunstancias que rodean el caso de Belén constituyen un eslabón más en la violencia contra las mujeres que promueve el Estado y sus instituciones. La clandestinidad del aborto y la criminalización de las mujeres pobres son herramientas de control social para mantener a las mujeres en un rol subordinado y oprimido. La lucha por la libertad para Belén es una causa de todas las mujeres que luchamos contra la opresión”. La manifestación de Dolores Fonzi en los premios Platino se inscribe en el marco de esta campaña, a la que se han sumado personalidades como la misma Fonzi, periodistas como Silvia Martínez Casina, Úrsula Vargues, Malena Pichot, músicos como Gastón Sardelli y cineastas como Juan José Campanella, entre otros. 


 


El hecho se produce un mes y medio después de la segunda y masiva manifestación por el #NiUnaMenos y una jornada luego de que se realizara en plazas de todo el país el “Piquetetazo”, reclamo por el derecho de la mujer a amamantar a sus bebés en espacios públicos y en lugares de trabajo y de estudio. El auge de la lucha por los derechos de la mujer y contra los femicidios señala el lugar primordial que adquieren las mujeres como sujetos de la protesta social. Un signo promisorio para la lucha general de los trabajadores porque -la experiencia de la historia así lo dictamina- cuando las mujeres toman en sus manos la lucha por sus derechos quiere decir que la determinación transformadora de la sociedad avanza con la mayor fuerza.


 


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