Mujer

4/10/2012|1242

Reglamentación del aborto no punible: ley y veto

En la madrugada del 28 de setiembre, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires votó una ley para la reglamentación del aborto no punible. Se basa en el fallo de la Corte, que ofrece acceso al aborto en caso de violación o de que corra riesgo la vida de la mujer embarazada. El macrismo, con sus diputados y lobbistas de diferentes instituciones religiosas a la cabeza, son contrarios a que la reglamentación establezca que las menores de 14 a 18 años pueden concurrir a realizarse un aborto sin la compañía de sus padres. En el 80% de los casos de violaciones, tal como afirma Unicef, el hecho ocurre dentro del ámbito familiar.


De ser vetada la ley aprobada, quedaría vigente la reglamentación dispuesta por Macri hace tres semanas que también prohíbe que ocurra la práctica del aborto pasadas las doce semanas de gestación: una disposición ilegal, contraria a la experiencia misma que muestra que los embarazos por violaciones son muchas veces detectados de forma tardía, o que recién se logra denunciar el hecho traumático pasado ese plazo. Esta reglamentación se inscribe entre las más reaccionarias, como las kirchneristas de Salta y Río Negro.


El macrismo, con el veto que está anunciando, garantiza el circuito clandestino que reporta grandes ganancias a los laboratorios productores de la pastilla con misoprostol -que en las zonas de villas y barriadas se venden a precios varias veces mayor al de mercado- y a las clínicas y profesionales que practican abortos quirúrgicos por no menos de 5.000 pesos.


El debate es aborto legal o aborto clandestino, porque en la Ciudad y en todo el país los abortos ocurren aunque la ley lo impida. Hoy el costo lo paga la mujer en general, por la negativa legal a reconocer el derecho a decidir, y las mujeres pobres en particular, que mueren y quedan vejadas de a cientos y miles al año.


La negativa del gobierno nacional de aprobar el aborto legal, seguro y gratuito se está convirtiendo en una avanzada reaccionaria en los hechos y en las leyes.


Enfrentemos el veto y luchemos por el aborto legal, seguro y gratuito.