Al finalizar la multitudinaria marcha de cierre del 33° Encuentro Nacional de Mujeres, grupos de choque no identificados agredieron a compañeras que estaban desconcentrando y luego sobrevino una intensa represión policial que detuvo a siete compañeras, dejando en clara su complicidad con el grupo atacante.

Así lo reflejó el diario Jornada: “Aunque por ahora no hay información oficial, testigos de los hechos indicaron que todo comenzó cuando grupos no identificados de jóvenes comenzaron a causar destrozos y a atacar a las mujeres que caminaban por el centro de la ciudad, en la desconcentración de la marcha que durante varias horas se realizó sin que se registraran incidentes”.

Según informaron desde Trelew las organizaciones de mujeres, las detenidas en la comisaría 1 serían Tamara Egea (39) y Ailín Fensel (21), de Neuquén; Ornella Mastronardi (31) y Martina Del Castello (25) y Laura Navarro (18), de San Luis; Lucía Loyola (24), de Mendoza; y Agostina Dimarco (28) de la ciudad de Mar del Plata. Todas ellas ya fueron liberadas, tras una audiencia en los tribunales de Trelew. Un nutrido grupo de mujeres estuvo allí haciendo el aguante.

Previo a estos ataques, se registraron otros incidentes que dan cuenta de la connivencia entre el intendente de Trelew –gobernada por Maderna, un evangelista de extracción peronista- y el gobierno de la provincia, encabezado por Mariano Arcioni.

Las compañeras alojadas en el CPS de Barrio INTA, en su mayoría de SUTEBA Tigre y de Bachilleratos Populares de Tigre y Bariloche, denunciaron haber sido intimidadas por personas que apedrearon las instalaciones. “La policía y a la comisaría de la mujer han liberado la zona, dejándonos abandonadas a esta intimidación y poniendo en riesgo nuestra integridad”.

Otro grupo, alojado en la escuela 174 del Barrio Amaya de Trelew, fue víctima de un robo a manos de desconocidos que ingresaron al establecimiento y se llevaron todas sus cosas. “Llegamos a la escuela, fuimos apedreadas por ser feministas, amedrentadas por extraños rodeando la escuela toda la noche. Llamamos reiteradas veces a la policía quienes afirmaron no estar para cuidarnos. A la madrugada nos rompieron el vidrio del auto y se llevaron todo lo que había. Consideramos que dejaron la zona liberada,  que se trata de un claro ataque al movimiento y una  señal más de odio  a la que no queremos acostumbrarnos. Lamentablemente, luego de nuestro primer día de Encuentro tenemos que volvernos a Buenos Aires. Pero no lograrán su objetivo de acallarnos”, señalaron a través de las redes sociales.

Repudiamos estos ataques bárbaros y exigimos el castigo a los responsables.