El sábado 22, un numeroso plenario de docentes, trabajadoras del empaque, desocupadas, empleadas de casas de familia, y estudiantes, camino al Congreso Nacional del Plenario de Trabajadoras los días 26, 27 (comisiones) y 29 (plenario general), analizaron y debatieron, en un contexto de recrudecimiento de la crisis económica, la pandemia, la violencia de género y los femicidios.

De Otoño Uriarte a Agostina Gisfman, se suceden femicidios unos tras otros, en un marco de impunidad, como las muertes de las compañeras trabajadoras de salud o como Mariela Romero, que no tuvo acceso a una cama UTI para enfrentar al Covid. Sin los insumos y recursos necesarios, con salarios por debajo del nivel pobreza enfrentando la pandemia. En todos los casos, el Estado se desentiende de sus responsabilidades.

La descomposición capitalista recae sobre las trabajadores y trabajadores, pero particularmente sobre las mujeres. La doble opresión que sufrimos se manifiesta en los altos niveles de pobreza de nuestras familias, la sobreexplotación laboral y en los sucesivos femicidios.

Es fundamental para conquistar nuestros derechos y reclamos, la necesidad de organizarnos independientemente de los partidos patronales y las organizaciones que dicen defender los derechos de las mujeres y que han sido cooptadas por el Estado, y que tiene en la provincia su expresión. Tanto a nivel provincial, como a nivel localidades sectores del movimiento de mujeres hacen la plancha ante el avance de los femicidios y la violencia de género, y en vez de luchar contra el Estado se adhieren a el y lo defienden.

El plenario resolvió una serie de talleres sobre ESI, violencia de género, la participación en el Congreso y una campaña por redes sociales por la aparición de Tehuel. Desarrollar la más amplia movilización y organización por: educación sexual, científica y laica, un fuero único en la Justicia, basta de burocracia al servicio de la impunidad, separación de las iglesias del Estado, basta de subsidios al negocio de la educación privada y confesional. Basta de violencia hacia las mujeres y las disidencias, por Consejos autónomos de Mujeres. Justicia por los femicidios de Otoño Uriarte, Agostina Gisfman y todas las mujeres de la provincia.