Mujer

18/2/2010|1117

Romina Tejerina: siete años presa

El 23 de febrero se cumplen siete años de detención de Romina Tejerina. La lucha por su libertad, encarada por el movimiento de mujeres, sigue plenamente vigente.

Romina cometió infanticidio, abrumada por una violación y un embarazo no querido.

El sistema político y judicial jujeño tomó el caso con particular saña, al punto que el procurador Esteban Righi encontró tantas anomalías en el juicio que recomendó que se anulara. Sin embargo, la Corte Suprema de la Nación confirmó la sentencia del tribunal jujeño.

Romina pasó a ser un caso testigo para la Justicia y para el poder político, que ya nunca más pudieron limitar el infanticidio a un problema de patología individual. Quedó en evidencia que es una tragedia social, producto de las múltiples opresiones que viven las jóvenes, sin educación sexual, sin acceso a la anticoncepción, sin derecho al aborto. En muchos casos de infanticidio posteriores, los jueces dictaron la absolución.

El intento de quebrar a Romina se mantiene día a día. A las trampas de la Justicia y a las exhortaciones del obispo para que “se arrepintiera” y no apelara la sentencia, se suman los aprietes del Servicio Penitenciario, que obstaculiza su derecho a estudiar, a trabajar y a la atención médica y psicológica. Los aprietes recrudecieron después de que la Corte confirmó la condena. El Servicio Penitenciario manipuló a otras internas para que agredieran a Romina y terminaron sancionándola y abriéndole una causa. Se proponen retrasar las salidas a las que tiene derecho quien cumplió ya la mayor parte de la condena.

Las severas requisas en el penal someten a un trato vejatorio a las visitas. Se proponen aislar a las internas, que queden a merced de los penitenciarios. En el caso de Romina, se impide el ingreso a los docentes que la preparan para el ingreso en la Facultad de Derecho. Para el movimiento de mujeres, la condena a Romina es un crimen social y el Estado el primer responsable de lo sucedido. Y lo hemos manifestado en cada uno de los Encuentros Nacionales de Mujeres y en múltiples marchas y actividades.

El 23 de febrero a las 16 horas, las mujeres nos concentramos en la Casa de la Provincia de Jujuy –Santa Fe y Pellegrini– y de allí marcharemos hasta Callao y Corrientes.

Vamos por la libertad de Romina. Responsabilizamos al gobierno por su integridad. Por la educación sexual laica, por el acceso a la anticoncepción gratuita. Por el derecho al aborto.