Mujer

6/8/2021

Rosario: condenan a 26 años de cárcel al hombre que mantuvo secuestrada más de 20 años a una mujer

Oscar Alberto Racco fue hallado culpable de privación ilegítima de la libertad con reducción a la servidumbre y abuso sexual con acceso carnal.

María Eugenia cuenta que Racco tenía la manía de salir los mediodías a la vereda a barrer las hojas en su casa de Santiago al 3500 en Barrio Cura. El 8 de mayo de 2019, habiendo pasado unos minutos, su agresor se sintió mal y entró a la casa. En el apuro se olvidó de poner los dos candados con los que aseguraba la puerta. Ella aprovechó el descuido, entró en la casa, agarró algo de plata, una foto de su hijo y salió corriendo.

“Nada me repara esos 23 años” declaró la víctima que fue encerrada por Racco en 1996, cuando tenía apenas 18 años y un hijo de 2. María Eugenia cuenta que cuando lo conoció parecía “normal”, era gentil, pero cuando quiso ponerle fin a la relación las cosas comenzaron a ir mal rápidamente. Se encargó de aislarla de su familia, someterla física y psicológicamente y hasta cambiarle el nombre.

 

Su familia hizo reiteradas denuncias, pero Racco la amenazaba con golpearla, lastimarla, e incluso la obligaba a declarar lo que él le indicaba. “En los primeros años, ella era encadenada a una pata de la cama –cuando Racco no estaba– en la planta superior de la vivienda, y tenía que golpear el piso con un palo para que la madre del acusado (que aún estaba viva) la llevara al baño” contó la fiscal Luciana Vallarella, que en un principio había solicitado 18 años de cárcel, cifra que fue elevada debido a los elementos relacionados a la violencia física, psicológica, emocional, sexual, económica, que ejercía el acusado contra la víctima.

María Eugenia llegó a creer que su familia había dejado de buscarla, pero cuando murió la madre de Racco encontró cartas de su padre que habían estado escondidas por años. En el caso también estuvo implicado el padre del agresor, aunque falleció tiempo después de ser imputado como partícipe, con pleno conocimiento de la situación de sometimiento.

En el fallo los jueces Vico Gimena, Foppiani y Coria dieron cuenta de los diversos testimonios de familiares, amigos y vecinos que afirmaban la personalidad violenta de Racco, que tenía amenazada a la familia de María Eugenia, seguía los pasos de su hijo –a qué colegio iba, quién lo acompañaba- también vecinos declararon haberla visto rapada, con distintos cortes de pelo. En el barrio no la conocían por su nombre, sino como Lucía. “Las consecuencias del daño causado han pesado como agravantes. Le quitó 23 años de su vida, la privó de sus deseos, sus proyectos y sus sueños. Le impidió criar a su hijo” sentenció hoy Vico Gimena en la lectura del fallo.

La mujer, que hoy vive en otra ciudad, se emocionó por el fallo, pero señaló que nada le devuelve los 23 años que estuvo cautiva, y que pensó que la justicia no actuaría en su favor. Tuvo acceso a una casa refugio, y a profesionales de la salud que la acompañaron en el proceso. Cada una de las mujeres que sufren violencia de género deberían tener esta oportunidad.