Mujer

13/7/2017|1466

Salta: ¡Exigimos la aparición con vida de Paola Alvarez!


Paola Alvarez, estudiante y madre de 21 años, desapareció la madrugada del pasado 6 de mayo. Dos meses después, su mamá, su familia y amigos continúan la lucha por su aparición. Todos los miércoles y viernes, junto a la Comisión de Familiares Contra la Impunidad, se movilizan en el centro de Salta. Este último miércoles realizaron una marcha desde el barrio Palermo (zona oeste de la capital salteña) al centro de la ciudad, denunciando que la Justicia dejó de buscarla.


 


Este caso, al igual que todos los otros de desapariciones en la provincia, evidencia el desprecio que el Estado tiene por la vida de las mujeres. La ruta de la impunidad empieza con una policía que se niega a tomar la denuncia. Una vez que la toman, cuando ya han pasado varias horas o días, la investigación comienza tarde. Cuando empieza la investigación, las familias, como la de Paola, no pueden constituirse como querellantes -un límite antidemocrático del Código Procesal salteño. Pero la familia del principal sospechoso, Santiago Zambrani, imputado como autor del delito de homicidio, junto a sus padres como partícipes secundarios, sí tiene acceso al expediente. 


 


Las grabaciones de las cámaras del cajero automático del barrio de Zambrani muestran que la noche de la desaparición de Paola, ella ingresó a la casa del imputado, quien la contrataba como moza para eventos, pero nunca salió. Se logró constatar que esa noche el sospechoso salió y volvió varias veces en una camioneta junto a su madre y también solo. Además, el exámen odorológico (técnica de investigación a partir de olores) indicó que Paola también estuvo en la camioneta. Al mismo tiempo, las declaraciones de los Zambrani encierran contradicciones y falsedades que se pudieron constatar.


 


Aunque Zambrani y su madre continúan detenidos, la investigación sigue como en el día uno. No hay datos nuevos sobre el paradero de Paola. Esto no es casual. La fuerza especial que “investiga” los casos de desapariciones es la que constituyó Urtubey luego de rechazar nuestro proyecto de ley de Búsqueda de Personas Desaparecidas, compuesta con los viejos miembros de la cuestionada Brigada de Investigaciones, aquella que alteró la escena del femicidio de Cintia Fernández (aún impune) y formó parte del encubrimiento del crimen de las francesas plantando pruebas falsas. El Estado, su Justicia y sus fuerzas de seguridad son responsables de que Paola y otras decenas de mujeres, jóvenes y trabajadoras continúen desaparecidas. Sostienen un régimen de impunidad que violenta permanentemente la vida de las mujeres. Las desaparecidas no aparecen ni vivas ni muertas. Hasta se juzgó por homicidio sin hallar el cuerpo, como en el caso de Marcela Mamaní, en el que la condena al “Indio” Aramayo terminó cayendo y hoy está libre.


 


Fortalezcamos más que nunca una lucha que termine por quebrar a la Justicia de la impunidad, puesta a dedo por Urtubey, servil a los intereses del poder político y hostil a las demandas de las mujeres y las familias pobres. Y para “que no haya otra chica como Paola”, como dice su mamá, exijamos la elección y revocabilidad de jueces y fiscales por el voto popular para superar la incapacidad institucional de garantizar nuestros derechos y nuestras vidas. 


 


¡Ni Una Menos! ¡De la violencia y la impunidad, el Estado es responsable!