Mujer

20/3/2019

San Lorenzo: empresarios y policías en el banquillo por la desaparición de Paula Perassi

Comienza el juicio con nueve acusados.

El juicio por la desaparición forzada de Paula Perassi que comienza este 21 de marzo tiene en el banquillo de acusados a cinco policías y cuatro civiles. 


Paula desapareció el domingo 18 de septiembre de 2011. En ese entonces tenía 34 años y dos hijos de 3 y 6 años. Aún no se han encontrado rastros de ella, pero la investigación de su caso fue central para el destape de una gran cadena de encubrimientos, corrupción y mafias que funcionan a lo largo de todo el cordón industrial de San Lorenzo, con los gobiernos municipales y las fuerzas armadas como principales responsables. 


Paula atravesaba un embarazo de seis semanas y fue forzada por su amante, el empresario de Puerto General San Martin, Gabriel Strummia, a realizarse un aborto clandestino, lo que provocó su muerte. Su cuerpo nunca apareció.


En los días posteriores, Strummia mantuvo una importante cantidad de conversaciones telefónicas con personas del alto poder sanlorencino, incluyendo algunas del gobierno municipal y miembros de la Policía.


En 2015, se detuvo a nueve personas, bajo la acusación de encubrimiento del crimen. Esta medida incluía a Strummia, a su esposa Roxana Michl, a su empleado Antonio Díaz y a la partera Mirta Rusñisky, y a tres efectivos policiales -Gabriel Godoy, Aldo Gómez y María Galtelli- y dos altos jefes de la fuerza: Jorge Krenz y el ex jefe de la Agrupación Cuerpos, Adolfo Daniel Puyol. 


La figura que se les imputa a los civiles es "aborto sin consentimiento seguido de muerte" y "privación ilegítima de la libertad agravada". A los policías, se los acusa de "encubrimiento" del crimen e "incumplimiento de sus deberes", y en marzo último les revocaron el sobreseimiento en los delitos de "sustracción y destrucción de pruebas" y "falsedad ideológica de instrumento público".


El caso de Paula Perassi destapó la olla de la enorme red de corrupción y crimen organizado que funciona en la ciudad de San Lorenzo y en todo el cordón industrial.


El mismo Gabriel Strummia está implicado en la venta ilegal de soja en el puerto. Los enormes entramados ilícitos del capital portuario funcionan a través de los puertos privados de todo el cordón y, desde luego, con la enorme complicidad del Estado y la Policía. 


Entre otros casos recientes, claves de la corruptela sanlorencina, se encuentra el de Delfín Zacarias, un importante empresario de la zona, condenado por narcotráfico y lavado de activos. Dicha actividad, la realizó con el consentimiento del propio Estado sanlorencino y están implicados en el caso varios concejales oficialistas. 


También en San Lorenzo, meses atrás se desarticuló una enorme red de trata, que tenía como víctimas a 16 mujeres. Fue conocida como el caso de “la Mamu” y contaba con la implicancia directa del intendente de la ciudad, Leonardo Raimundo (también intendente en el momento de la desaparición de Paula) y de oficiales de la Policía.


Sin embargo, los castigos por este caso no llegaron más que hasta Miriam Soto (“La Mamu”), que fue detenida, pero el intendente Raimundo, que aparecía en fotos con la proxeneta y fue reconocido por mujeres víctimas de la trata, fue sobreseído de todo tipo de culpa. 


El gran sistema de corrupción que envuelve a los puertos privados de San Lorenzo es el responsable directo por la cobertura en la desaparición de Paula Perassi y los incontables vaivenes que ha tenido la Justicia en esta causa.


Por eso, para exigir justicia por Paula, es necesario tumbar el muro que significa este régimen podrido atravesado por una crisis terminal. Denunciar al Estado cómplice, que otorga el poder a personajes como Strummia para hacer de los puertos privados la base de su accionar criminal.


La nacionalización de los puertos privados, bajo control obrero, es una de las consignas centrales que plantea el Partido Obrero para terminar con las redes de narcotráfico, trata de personas y el crimen organizado que en ellos funcionan. 


Este 21 de marzo debemos ser cientos de compañeros acompañando a Alberto y a Alicia (enormes luchadores y padres de Paula) en el Centro de Justicia Penal de Rosario, para exigir justicia por Paula Perassi. Juicio y castigo a los responsables de su desaparición.