La subcomisión de mujeres de Ferrocarril Oeste, así como agrupamientos del club de Caballito, han expresado su rechazo al acto-festival (con entrada a $50) que la llamada Unidad Provida, uno de los grupos de presión contra la legalización del aborto, anunció en el microestadio de ese club para este sábado.

La subcomisión de mujeres dirigió una carta crítica a la Comisión Directiva por la decisión de las autoridades de prestar las instalaciones del club para el acto oscurantista.

 

 

“Militantes del aborto clandestino… no son bienvenidos”, dice por su parte un flyer difundido por la agrupación Ferro Antifascista.

En un comunicado en Facebook, esta agrupación añade: “repudiamos tanto el acto como la actitud dirigencial de alquilar las instalaciones de nuestro glorioso club para un acto que tiene el aval de un arco político que va desde los neo-nazis de Biondini hasta los sectores más oscurantistas de la iglesia católica”. Y anuncia que recolectarán firmas “que constaten el repudio de la masa societaria de nuestro club”.

El acto-festival programado en Caballito se inscribe en la línea del lobby e intimidaciones que desarrolla el clero para sostener una penalización que condena a decenas de mujeres a morir cada año por abortos clandestinos.

Pero la respuesta de los socios y de la subcomisión es otro síntoma de la popularidad del reclamo de legalización del aborto, en la línea de los cientos de miles que se movilizaron el día de la sesión en Diputados, de los pañuelazos masivos, de las consultas en los colegios y facultades, de los pronunciamientos entre los artistas, y de lo que arrojan innumerables encuestas. La lucha de las mujeres por sus reivindicaciones acentúa la preocupación del clero.

Los hinchas y las hinchas de Ferro reclaman que el club históricamente identificado con el color verde no le dé la espalda a los pañuelazos que han teñido de ese color el país para que ni una mujer más muera por abortos clandestinos.