Mujer

29/12/2016

Suspenden “Miss Cola Reef 2017”


La empresa de ropa e indumentaria Reef está en boca de todo el mundo luego de que anunciara la decisión de suspender el concurso que venía cerrando desde 1993 el torneo surf que se realiza en Mar del Plata, con miles de dólares en premios.  


El “concurso” consistía en que un número seleccionado de mujeres –chicas de 19 a 25 años– se ponía de espaldas al público para que éste eligiera “la cola de verano”. Recibían como premio dinero y la referencia de modelaje.


Dieciséis años después, el gerente de Marketing explica que el “ícono” Reef ha sido desechado por un cambio en la estrategia de venta atenta a la "sensibilidad que empezó a causar el tema de la violencia de género en el país" (La Nación, 29/12). La explotación del cuerpo y de la sexualidad de la mujer es un vehículo para negocios jugosos que se extiende a todos los deportes. En el caso del automovilismo, particularmente en la categoría del TC 2000, existen fuertes denuncias de redes de explotación sexual que operan en las carreras de automovilismo.


Sin embargo, la marca aclaró que mantendrá el evento en Viña del Mar, Chile, lo que convierte a la innovación empresarial en una impostura de efecto publicitario.


La manipulación capitalista de la cuestión de la mujer está a la orden del día, con centenares de municipios y algunas provincias, como Santa Fe y Entre Ríos, que recomendaron o incluso prohibieron realizar concursos de belleza. Una medida simbólica que tendría  un correlato en la vida real si fuera acompañada por una transformación de las relaciones sociales que cosifican a las mujeres. Desprendida una de otra, este tipo de medidas son utilizadas para ocultar lo que no se hace por el género; por caso, en ambas provincias proliferan el negocio de la trata de personas con la connivencia del Estado, con redes regenteadas incluso directamente por el poder político y policial; ambas rankean entre las provincia con la tasa más alta de femicidios del país y están bien arriba en la tasa de mortalidad materna.


Que se haya suspendido un “concurso de culos” es un nuevo hito en el ascenso del movimiento de mujeres que ha instalado en la opinión pública una crítica  profunda en torno a la visión social de la mujer; detrás de la obligada reflexión empresaria, motivada por un mezquino interés en la ganancia, asoma el despertar genuino contra el destrato y la humillación de la mujer.