Mujer

12/4/2006|941

Tucumán

Crisis política y amotinamiento social


La crisis política abierta con el asesinato de Paulina Lebbos se ha acentuado.


 


Los cambios planteados en el área de seguridad por Alperovich tambalearon. Es que el gobierno había aumentado la cantidad de agentes de la policía bajo la forma de contratos basura. Ahora un sector de la policía ha exigido su efectivización. El gobierno tuvo que ceder al motín y pasó a planta permanente a 1.102 efectivos. Por detrás de este reclamo ‘gremial’ se cuela la interna en la policía, disconforme con la creación de varios organismos de control tras el crimen de Paulina y con la presencia cada vez mayor de las fuerzas de seguridad nacionales (Gendarmería y Policía Federal), enviadas por Aníbal Fernández a la provincia ante un pedido de Alperovich.


 


Pero esta semana también tambaleó el gabinete educativo ante una ‘sentada’ de los estudiantes del Colegio Nacional, que reclaman por las desastrosas condiciones de ese establecimiento y contra el manejo despótico de la intervención colocada por el gobierno. Paralelamente, la docencia provincial firmó masivamente sus boletas de sueldo en disconformidad con el aumento trucho que otorgó el gobierno. Una combativa asamblea de delegados de UDT votó la continuidad de la lucha y la preparación de un paro.


 


Finalmente, la crisis del transporte capitalino borró literalmente del mapa al intendente (interventor) de la capital, Amaya, que ha pasado a ser un fantasma con cargo. Miles de remises sitiaron el parque 9 de Julio exigiendo el retiro de una ordenanza que unificaba el carácter de sus servicios con el de taxis. Diez días antes, cientos de taxistas habían sitiado la plaza Independencia exigiendo esa unificación. Por detrás de unos y otros están los grupos capitalistas que operan sobre los pequeños propietarios y los choferes. El enfrentamiento ha puesto a la vista de todo el mundo la descomposición del Estado municipal. Las patronales de los remises —ligadas a la camarilla de Jury— denunciaron la existencia de una “municipalidad paralela” que cobra 30 pesos por auto por semana para dejarlos circular. Los taxistas, por su lado, denunciaron que las empresas de remises tienen una “policía paralela” (La Gaceta, 9/4) integrada por ex personal policial exonerado en las últimas purgas. El telón de fondo de esta crisis, es el colapso del sistema de transporte público a escala de toda la provincia.


 


Pero la crisis general abarca también a otras esferas: los artistas de los ballets estables de la provincia se encuentran sublevados contra el secretario de Cultura, Guzmán (La Gaceta, 8/4), que los persigue y pretende despedirlos. Las marchas por Paulina se han masificado. Los docentes universitarios hicieron un fuerte paro (no con un 20% de acatamiento como dijo mentirosamente Página/12, sino del 75%). Las poblaciones del Este de la provincia se encuentran amotinadas contra la instalación de un basurero en sus narices, los trabajadores de varias municipalidades y comunas protestan por contratos y sueldos; Alperovich tuvo que intervenir ya a San Pedro y otras siete esperan en carpeta. Los choques entre Alperovich y Jury tienen, como telón de fondo, este escenario de amotinamiento popular. Como señala el editorialista de un diario dominical, “Nadie puede desconocer la convulsión en la que ingresó la provincia. De pronto, la paz social que imperaba se vio alterada” (El Siglo, 9/4).


 


El Partido Obrero intervine en todo este proceso, utilizando su tribuna parlamentaria para amplificar su voz de combate.