Este 28 de julio se cumplieron nueve meses de la desaparición de Milagros Avellaneda y su hijo de 2 años, Benicio Coronel. Sus familiares, junto al Plenario de Trabajadoras, convocamos a una marcha a la que también se sumaron otras organizaciones. 

 

En el caso de Milagros y Benicio se encuentra implicado el policía (y guardiacárcel) Roberto Rejas, a quien Milagros reclamaba la paternidad del bebé. Lo último que se conoce de ellos, a través de mensajes que la joven envió a una amiga, es que estuvieron con el y que éste le había dado una feroz golpiza a Milagros.

 

Cuando la familia fue a realizar la denuncia de la desaparición la policía se negó a tomarla. Luego de varios días y por insistencia lograron que se asiente y pase a la fiscalía. 

 

En la causa hay distintas evidencias que demuestran que el guardiacárcel, en complicidad con familiares (integrantes de la Policía Federal y expertos en criminalística), realizó distintas maniobras para borrar pruebas. Lavaron el auto en el que estuvieron Milagros y Benicio y buscaron en Internet cómo descomponer un cadáver. Consultaron también cuáles eran las cámaras de seguridad que funcionaban en la zona por las que se desplazó el policía. 

 

La última novedad en la investigación es que los resultados de los exámenes de ADN confirmaron que Rejas es padre de Benicio. A Rejas se le agravaría la imputación que actualmente tiene por homicidio doblemente agravado por el vínculo. 

 

En la marcha estuvieron también familiares de Daiana Garnica, joven de 17 años desaparecida el 6 de mayo de este año. En el discurso que realizó su mamá, Susana, al finalizar la marcha, ésta denunció también a la policía que no toma las denuncias y que encubre, perdiendo pruebas, como en el caso de Daiana. Afirmó, también, que tiene la certeza que su hija fue víctima de trata y no de femicidio como pretende instalar el fiscal que entiende en la causa. 

 

Es fundamental continuar con la organización y movilización por la aparición de Milagros y Benicio y de Daiana.