Mujer

6/10/2016|1431

Una multitud reclamó justicia

Más de 10 mil personas se movilizaron por las calles de Mendoza, indignadas por los tres femicidios cometidos en menos de 48 horas, y gritaron justicia por Janet, Julieta y Ayelén.


La movilización más masiva tuvo lugar en la capital, pero también hubo marchas importantes en Ugarteche, localidad de Luján de Cuyo, Valle de Uco y San Rafael.


 


En Ugarteche, los familiares de Ayelén se movilizaron a la comisaría -fue asesinada por su padre, sobre quien regía una orden de restricción por abuso sexual- y cortaron la ruta. En San Rafael pesó el recuerdo de Paula Toledo -cuyo brutal asesinato, cometido en 2003, permanece impune- y Florencia Peralta, víctima hace pocos días de otro femicidio.


 


Nuestra diputada nacional Soledad Sosa y el Plenario de Trabajadoras estuvimos entre las principales impulsoras de la iniciativa apenas se descubrió el cuerpo de Janet semienterrado y cubierto de cal. La repercusión fue masiva, ya que empalmó con la necesidad latente de un pueblo hastiado de violencia e impunidad. 


 


La bronca creció con las declaraciones del gobernador, Alfredo Cornejo (UCR-PRO-Libres del Sur), quien dijo de los femicidios de Janet y Julieta que "el Estado no podría prevenir esas cosas” si no había denuncias previas. Las denuncias de Ayelén no impidieron el trágico desenlace, porque el Estado no se hizo cargo de garantizar el cumplimiento de la orden de restricción sobre su padre. Para el gobierno de Cornejo, en cambio, el reforzamiento represivo contra los trabajadores está en el orden del día.  


 


Independencia política


 


En las horas previas a las movilizaciones, el gobierno provincial lanzó un operativo político para “institucionalizar” la marcha y ponerse a resguardo de las denuncias de la multitud. La Universidad de Cuyo, gobernada por el oficialismo, decretó asueto. La vicegobernadora, Laura Montero, apareció en la movilización rodeada de senadoras y diputadas radicales. También se lo vio al ministro de Salud de la provincia. Libres del Sur, que integra la coalición de gobierno junto a la UCR y el PRO, movilizó a sus funcionarias, quienes reducen el drama de los femicidios a un problema de la “cultura machista”, y absuelven de responsabilidad al  gobierno para encubrir la propia. 


 


El kichnerismo se hizo eco a través de sus ONGs y organizaciones feministas, intentando lavarse la cara de la responsabilidad de haber gobernado la provincia durante los últimos 12 años sin haber adoptado ni una sola medida de fondo.


 


Por su parte, el PTS e Izquierda Revolucionaria se negaron a conformar una columna independiente en la movilización y realizar un acto frente a la Casa de Gobierno. Hicieron caso omiso a nuestro planteo de actuar en común y prefirieron hacer seguidismo a los K, que llevaron la marcha a las puertas de la Legislatura. 


 


El Plenario de Trabajadoras realizó su propio acto, a 50 metros de la Legislatura, seguido con enorme atención por miles de personas. Soledad Sosa tomó la palabra y llamó a redoblar la convocatoria y el compromiso político de luchar contra la violencia de género, emergente de un régimen de explotación.


 


Sólo con independencia política de los partidos patronales y con la organización y acción de las mujeres de nuestra clase podremos lograr un verdadero #NiUnaMenos.