Muchas vimos pasar velozmente estas dos décadas. Otras, llegan por primera vez a la mayor asamblea de mujeres del país. Docentes, enfermeras, trabajadoras de todos los gremios que defienden el salario, las mujeres del movimiento piquetero, luchadoras por la vivienda y contra la impunidad de los aparatos represivos, estudiantes que enfrentan la privatización de la educación. Fuimos las mujeres incorporadas a la lucha política y social desde mediados de los '90, las protagonistas del Argentinazo, quienes cambiamos la composición del Encuentro. Cada año, con un enorme esfuerzo económico, venimos a debatir nuestras reivindicaciones. ¡Y después nos autodisolvemos! Cuando proponemos votar medidas de lucha, nos acusan de atentar contra “el espíritu” de encuentro. ¿El “espíritu del Encuentro” es no luchar? ¿Quién determina, por encima de todas, cuál es su “espíritu”? ¿Hay una dirección oculta tras la prédica del “horizontalismo”? ¿Por qué una minoría se arroga el derecho a imponer que no decidamos? Y si no son una minoría ¿por qué no aceptan el método más democrático que existe, el voto en asamblea, y lo demuestran?

El Plenario de Trabajadoras invita a integrar los talleres de Plan de lucha para discutir cómo nos organizamos para responder cada ataque inmediatamente. Para votar un plan de lucha por las reivindicaciones más urgentes: por el aborto legal, contra las redes de trata, por la libertad de Romina, contra la inflación y por el salario. Convirtamos los talleres en asambleas democráticas, que voten un programa y las medidas para llevarlo a cabo.