El gobierno nacional acaba de anunciar su “Plan para la erradicación de la Violencia de Género”.

 

De acuerdo con la presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres (CNM), Fabiana Tuñez, consistirá en la creación de 36 nuevas casas refugio en todo el país, la colocación de tobilleras con geolocalizador sobre los hombres a los que se les dicta restricciones de acercamiento y una aplicación para celulares para víctimas que denuncian. Según Tuñez, además, “se van a fortalecer las áreas Mujer de cada una de las provincias y localidades, ya que la idea es marcar un camino para igualar la posibilidad de acceso en todo el país” (La Nación, 27/7).

 

La hipocresía no puede ser mayor de parte de un gobierno que se encuentra empujando a extensos sectores de la población al hambre, la desocupación y a la falta de vivienda.

 

 

Antecedentes

 

Antes de llegar a la presidencia, Mauricio Macri fue jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por dos períodos. Las 280 trabajadoras que sobrevivieron en la Dirección de la Mujer acaban de denunciar el vaciamiento operado desde 2007, cuando la Dirección tenía 520 trabajadoras.

 

Al mismo tiempo, bajo su gestión proliferaron en la Ciudad la explotación sexual, tanto en boliches habilitados por el gobierno porteño como en “privados”. La falta de actuación del gobierno de Macri se condice con su conocida vinculación con el ex servicio de inteligencia y tratante de mujeres Raúl Martins, en negocios relativos a la explotación sexual, al menos, en la Argentina y México.

 

La única casa-refugio que hay en la ciudad se encuentra en un abandono completo. Las trabajadoras del área fueron excluidas de un plan de reescalafonamiento en la Ciudad y sus contratos, en la mayoría de los casos, son “basura”.

Ya la gestión kirchnerista del Consejo Nacional de las Mujeres había incumplido con la limitada ley de violencia de género que, por supuesto, no incluye dentro de su articulado la violencia ejercida contra las mujeres por causa de la clandestinidad del aborto. El pretendido “reforzamiento” de las direcciones de las mujeres cuando es el gobierno del mismo signo político que hoy las ha debilitado, o el anuncio de la creación de casas refugio, apenas logran alcanzar la categoría de “continuismo kirchnerista” en materia de anuncios.

 

 

“Patrones culturales”

 

Macri tomó prestado el discurso funcional al régimen de explotación, para deslindar responsabilidades. El presidente “reclamó ‘desterrar’ los ‘patrones culturales que naturalizan la agresión a la mujer’, condenó la ‘intolerancia’ en las redes sociales y advirtió que ‘todos y todas necesitamos comprometernos’ en esa misión”. El fenómeno de la violencia es “cultural”, sin definir de dónde procede esa cultura, y al mejor estilo CFK, sermoneó a todos por igual al respecto de los “compromisos”. Vale recordar que el Presidente ha sido el artífice de agraviantes comentarios contra las mujeres que le valieron el escándalo público. En lo que respecta al rubro “cultural”, sus opiniones al respecto de la cuestión de los piropos son una muestra de la consideración que tiene sobre las mujeres.

Para Macri -y para un importante sector del feminismo funcional al régimen ajustador, como el que representa la ahora cooptada Fabiana Túñez-, la decadencia del poder adquisitivo de las masas, la precariedad laboral, los tarifazos y el ajuste en general, nada tienen que ver con la violencia hacia la mujer. Mucho menos la cuestión del aborto clandestino, tema que genera la muerte y mutilación de miles de mujeres al año y por el cual se mantiene detenida a Belén en Tucumán, de lo que no se atreven a hablar en público.

 

 

Políticas

 

El anuncio del gobierno será manejado por una institución como el CNM, que es designado por el propio Presidente y que acompaña plenamente sus políticas de ajuste. Nada bueno puede salir de allí. Frente a esta situación, desde el bloque del FIT-PO en el Congreso, presentamos una propuesta de creación de un Consejo Autónomo de Mujeres, electo por las mujeres de todo el país a partir de los 13 años de edad.

 

Página/12 se congratula de que luego de la firma de 200 representantes de gremios y otras instituciones se anuncie la continuidad de la formación en educación sexual “para prevenir el embarazo adolescente”, sin embargo, y a pesar de su “aplicación” durante los últimos años crecieron los embarazos entre niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años.

 

El Plan no anunció la prohibición de impartir educación religiosa en las escuelas públicas de Salta (donde esto es obligatorio por disposición del gobierno de Urtubey) y en otras provincias donde esto ocurre. La injerencia de la Iglesia en la educación es responsable no sólo de educar en contra de los conocimientos científicos para acceder a métodos anticonceptivos en el caso de los adolescentes (exponiéndolos no sólo al embarazo sino al contagio de enfermedades de transmisión sexual), sino que esta institución educa en la concepción de que la mujer está obligada a ser madre y que debe estar atada a la familia, aún cuando dentro de ésta se ejerza la violencia. Un punto central en cualquier lucha contra la violencia es responsabilidad completa del Estado.

 

Se anuncia un plan de publicidad exclusivamente contra el acoso callejero, eligiendo, por supuesto, descargar la

responsabilidad sobre la sociedad en general y absolviendo al Estado. La última vez que un gobierno hizo campaña respecto de la violencia de género, el mensaje fue el descargar sobre las víctimas la responsabilidad de terminar con la violencia (“Sacale tarjeta roja al violento”) cuando es el Estado el que fortalece la violencia social contra las mujeres. Las mujeres que sacaron “tarjeta roja” terminaron muertas o perseguidas, sin que el Estado moviera un dedo para prevenirlo.

 

También se repite el método kirchnerista de anunciar varias veces algo, como ocurre con el registro de los casos y con el asesoramiento jurídico gratuito que es ley desde el año pasado y no se implementa.

 

Dice Télam: “En el ítem Salud, propicia la incorporación del parto humanizado y del protocolo de interrupción voluntaria del embarazo en la currícula de todas las carreras sanitarias y en capacitaciones al sector”. Para el parto humanizado se necesita mucho más que un anuncio, a no ser que pretendan descargar la deshumanización exclusivamente sobre el personal, sin atender cosas tales como condiciones de trabajo, cantidad de profesionales, incorporación del cambio en la curricula universitaria. Destaca la disposición a instruir sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo. La mención no es menor y tiene su origen en las disputas que rodean la relación entre el gobierno y la Iglesia.

 

El movimiento de mujeres debe ponerse de pie por todas sus reivindicaciones y para que el aborto deje de ser una prenda de extorsión y negociación con la Iglesia,  definitivamente se trate y apruebe en el Congreso.