Los talleres de “Mujeres y organización sindical” del 32 Encuentro Nacional de Mujeres en Resistencia fueron colmados por la gran cantidad de mujeres interesadas en debatir la orientación de los sindicatos y sus perspectivas, inclusive tuvieron que desdoblarse en varias comisiones dada su masividad. En ellas, una nutrida delegación sindical de compañeras telefónicas, trolebuseras, estatales y  docentes del Plenario de Trabajadoras dimos una batalla contra la burocracia sindical cómplice del ajuste y marcamos la necesidad de recuperar los sindicatos para el conjunto de los trabajadores, única garantía para pelear por todas las reivindicaciones que tenemos las mujeres.

 

Desde el Plenario de Trabajadoras (PDT) planteamos el rechazo a la reforma laboral y previsional impulsada por el gobierno nacional que busca profundizar la precarización y tercerización laboral. También se rechazó los intentos de imponerla tanto a nivel general como por ramas de la producción, entendiendo que tiene por objetivo flexibilizar aún más nuestras condiciones de trabajo e ir contra los convenios colectivos de trabajo. En nuestras intervenciones también quedó demostrada la complicidad  absoluta de la burocracia sindical para con el gobierno nacional y con la reforma laboral. La burocracia enquistada en los sindicatos ya está negociando  la reforma laboral a espaldas de los trabajadores y de cara a los empresarios como ocurrió en el coloquio de Idea. Nada más lejano a los intereses de los trabajadores y de las necesidades de las mujeres trabajadoras en particular.

 

De la mano de este debate, también se cuestionó fuertemente a la “dirigencia sindical” actual. Aquí, el papel de kirchnerismo fue, una vez más, vergonzante. Con la excusa del llamado a “la más amplia unidad” con los que negocian con el poder de turno nuestras condiciones de trabajo y nuestros salarios, pretendió lavarse ( ¡y lavarle!) la cara a quienes nos hundieron en la precarización laboral absoluta. Se escuchó decir, inclusive, que “no había que criticar a la dirigencia en momentos complejos como este, sino hacer frente común”  con los que dejaron pasar los despidos, y con  los que entregan cada paritaria  y cada conquista.

 

En este sentido, desde el PDT se planteó que hay que romper el pacto CGT-Macri y recuperar los sindicatos para los trabajadores. La lucha contra la carestía, por un salario básico igual a la canasta básica y contra los despidos y suspensiones, solo puede ser llevada a buen puerto por un sindicalismo combativo y clasista.

 

Las mujeres trabajadoras debemos tener presente que nos divide un abismo de clase con la burocracia y con la burguesía. Y que solo será posible lograr nuestras reivindicaciones más sentidas cuando pongamos en pie a un enorme  movimiento obrero clasista y combativo, que barra de una vez, con la burocracia sindical.

 

Varios talleres también se pronunciaron contra la persecución sindical a las organizaciones sindicales y en particular, la solidaridad activa con los compañeros delegados de ATE perseguidos en el Ministerio de Hacienda de la Nación. En el mismo sentido, en la mayoría de los talleres se impulsaron fotos colectivas reclamando la aparición con vida de Santiago Maldonado y marcando la responsabilidad política del gobierno y del Estado.