El 2 de marzo, en la localidad de Zapala, en Neuquén, se realizaron audiencias simultáneas por dos graves casos de abuso sexual infantil. En el primer caso, se declaró culpable al imputado Guaglinone de las tres acusaciones de violación a tres menores. Hay que esperar seis días para que la jueza dictamine si une los casos de las menores violadas o los deja por separado.

En el segundo caso, el día miércoles 3 se declaró culpable al imputado Villar, con una primera acusación por abuso sexual simple y una segunda por abuso sexual con acceso carnal reiterado. La víctima es una niña menor de edad (su hijastra). El violador aprovechándose de la guarda y de la convivencia, entre el año 2013 y 2016, abusó sexualmente de la niña. Para la condena efectiva deberían esperarse 48 horas. Al finalizar la audiencia, en el momento de su traslado, se desarrolló un operativo policial para garantizar la integridad física del violador. Uno de los efectivos policiales cargó su escopeta semiautomática haciendo alarde de ser parte del séquito que ampara a los abusadores.

Desde el Plenario de Trabajadoras junto a otras organizaciones y vecinos, acompañamos a familiares en el pedido de justicia y nos manifestamos en los tribunales por una condena ejemplar.

Pero no era el único acto en busca de brindarle impunidad. Antes del plazo de 48 horas, Villar junto a una mujer tomaron de rehén a su abogado defensor, Pablo Méndez, en las oficinas judiciales de la ciudad de Zapala. Insistiendo en su inocencia y armado con un cuchillo pidió presencia y difusión de los medios exigiendo que la víctima sea sometida a una nueva Cámara Gesell para demostrar su supuesta inocencia. Villar dijo que “si tenía que matar al defensor lo haría y luego se quitaría la vida”.

Nuevas garantías para el condenado

Luego de una negociación de varias horas se llegó a un acuerdo que el abusador aceptó y firmó. Son 12 puntos, entre los que se acuerda el pedido central del condenado: una nueva Cámara Gesell a las víctimas y la revisión de lo que dictaminó la primera Cámara Gesell por parte de un nuevo tribunal, y otras. Todos los pedidos del condenado, que preparan el terreno para una revisión de la condena.
Lo cual convalida la toma de rehenes realizada por el violador y su petitorio.

Tantas garantías de protección estatal demuestran que los gobiernos que se dicen “preocupados por las políticas con perspectiva de género” no tienen ninguna intención por sí mismos de poner en práctica una política sustancial que apunte a prevenir, atender y erradicar la violencia contra las mujeres.

Como vemos no es un “Estado ausente”, sino un Estado presente a través de la cobertura a los agresores y la desprotección a las víctimas.

Exigimos justicia para las víctimas y estaremos atentas para evitar cualquier intento de perpetrar impunidad a su abusador.

Más que nunca este 8M desde el Plenario de Trabajadoras exigimos las Casas Refugios (no como centros de violencia y revictimización actual), y el Consejo Autónomo de las mujeres, que sea una programa de organización y de autonomía política frente al Estado, para que seamos nosotras mismas las que tomemos en nuestras manos la batalla contra la opresión y la violencia. Así nos estamos organizando.