Obituarios

26/1/2022

Mendoza

Ha muerto el león cuyano, Nelson Cáceres

Fundador del Partido Obrero en Mendoza, falleció este lunes a sus 87 años.

En la tarde del lunes 24 de enero el corazón del camarada Nelson Cáceres dejó de latir. Nelson fue el organizador de la regional Mendoza del Partido Obrero durante la última dictadura cívico-militar, formador de importantes cuadros políticos. Hombre orgánico a la clase obrera y defensor acérrimo de la estructuración de un partido leninista. Militó hasta que fue internado, incluso desafiando los obstáculos que su organismo que estaba muy debilitado.

Su actividad política comenzó ligada a la izquierda del frondizismo, que tenía un planteo progresivo en relación a las reservas hidrocarburíferas. La entrega de estos recursos al imperialismo disipó rápidamente sus ilusiones y le planteó una nueva búsqueda.

Nelson expresó en su persona los distintos estadios de la clase obrera. Su primer acercamiento a la izquierda fue al Partido Comunista, cuando la derecha agitaba con la infiltración comunista en el gobierno de Arturo Frondizi y como Nelson muchos jóvenes se preguntaron acerca de esa corriente. La subordinación del PC al Kremlin, pero sobre todo la subordinación del movimiento obrero de los países atrasados a las burguesías nacionales que proponía el PC en su política de “liberación nacional”, llevó a Nelson a mirar hacia los sectores críticos, a las ideas de León Trotsky y la Cuarta Internacional.

Nelson comenzó una actividad militante en las filas del Partido Obrero Revolucionario que conducía Posadas. Siempre destacó lo abnegado de la organización por proletarizarse, lo cual es real porque se trata de los primeros esfuerzos de la Cuarta Internacional por influir en las grandes organizaciones obreras sin adaptarse al nacionalismo burgués. Como militante del POR y colaborador del equipo internacional mantenía correspondencia con trotskistas cubanos ligados al posadismo, muchos de ellos posteriormente presos que nunca volvieron a ver la luz del día.

Cuando comenzó la disolución del POR su experiencia y conclusiones lo acercaron al Partido Obrero (en ese momento llamado Política Obrera) durante la ultima dictadura militar.

Siempre será recordado por el activismo político de los ’90 por la clásica mesita de Córdoba y San Martín, con que casi en soledad mantuvo la agitación del partido. En momentos que caía el muro, se disolvía la URSS, proliferaba el “neoliberalismo” y Francis Fukuyama decretaba el fin de la historia, Nelson Cáceres con la frente en alta vendía Prensa Obrera, para construir un Partido Obrero.

Algunos viejos militantes recuerdan cuando en un plenario intersindical tras el Argentinazo, al cierre de la actividad, la burocracia se puso a cantar la marcha peronista. Nelson, completamente sacado, se pudo a cantar solo: “luchar vencer, obreros al poder”,para ser luego acompañado por los pocos activistas de izquierda de distintas organizaciones que estaban presentes. ¡Podemos ser minoría, pero jamás entregarnos!

Los más jóvenes lo conocieron como alguien discutidor. Le preocupaba la propaganda y la formación teórica de los compañeros. No se contentó nunca con la actividad de propaganda y siempre proponía textos y materiales para ser discutidos.

En el último tiempo estaba muy preocupado por revalorizar el carácter estratégico de la construcción de un partido leninista frente a los esfuerzos por anular la independencia de clase, incluso desde el campo de las organizaciones y militantes independientes.

También trabajaba en textos en defender del movimiento piquetero, como un esfuerzo de lo más golpeado de la clase obrera por sobre ponerse a la atomización y por lo tanto establecer un punto de agrupamiento como clase en las asambleas barriales. “Cuando están matando de hambre a nuestra clase, lo más revolucionario es enfrentar esa realidad. Sin comedores es más difícil que progrese Trotsky”, me dijo, y ya me había conquistado con una vida en defensa de la tesis 11.

Había ganado todas las batallas contra la muerte, de forma muy testaruda. Venía sobrellevando su diabetes, que a la vez le había afectado los riñones; tenía problemas de presión, se contagió de Covid y tuvo una neumonía. Así y todo, el “viejo cabeza dura” parecía que se iba a la casa, pero una complicación de último momento y su cuadro general debilitado pusieron punto final a su rebeldía, para su cuerpo pero no para sus ideas que se hacen carne y uña en cada agrupamiento sindical, en cada asamblea barrial, en cada núcleo juvenil, de estatales o de mujeres.

Nelson no fue un intelectual académico que defendía tal o cual tesis. Nelson Cáceres fue y será es un prócer de la clase obrera y los revolucionarios, porque su experiencia de vida y conclusiones políticas lo llevaron a sembrar las bases para el desarrollo de la estructuración política de la clase obrera mendocina.

Nuestro homenaje será la victoria final de la clase obrera, la reorganización social de Mendoza, el país y el mundo, para que la humanidad sea liberada del yugo capitalista y sus miserias.

¡Hasta la Victoria siempre Nelson Cáceres, camarada de más de mil batallas!