Obituarios

29/7/2022|1650

Hasta la victoria, Pablo querido

se nos fue Pablo Cámera, docente de Filosofía y Letras y militante del Partido Obrero.

Agrupación Nacional Naranja de Docentes Universitarixs

Pablo, sosteniendo la bandera de la AGD-UBA.

El 28 de julio de 2022, un día cualquiera, con la brutalidad y la injusticia de la muerte inesperada, se nos fue Pablo Cámera, militante del Partido Obrero, docente de Filosofía y Letras, compañero, profesor, y amigo entrañable.

Se fue Pablo, siempre jovial, amable, leal, generoso e inquieto. Siempre orgulloso de sus hijos, Juan y Julián, cautivado y fascinado por Marina, su compañera de toda la vida. Fanático de Racing, que le compensó las muchas amarguras con algunas alegrías irrepetibles y apoteósicas. Maravilloso huésped en esa hermosa casa en la ochava, entre Parque Chacabuco y Bajo Flores, donde siempre unx se sentía bienvenidx y se la pasaba bien entre plantas, libros y café recién hecho.

Pablo era infinitamente solidario, excepcionalmente sensible (esa palabra tan bastardeada por las industrias de la palabra empaquetada y el marketing), singularmente inteligente, extraordinariamente erudito, de un humor irónico (a veces mordaz), y un exquisito acuarelista. Sin estridencias, sabía siempre más que casi todos sus interlocutores, pero bajaba el perfil, le escapaba a los focos y a las luchas de egos. Se habría definido como profe de historia antes que como intelectual, como militante antes que como dirigente, como lector antes que como escritor.

¿Cuántos años, cuántas escuelas? Su mayor orgullo eran esos miles de alumnxs a lo largo de tantas décadas: le brillaban los ojos cuando contaba de una ex alumna de un secundario que había terminado la universidad, de un ex alumno que había comenzado a militar.

Fue fundador, constructor y activista tenaz en AGD-UBA y en Ademys. Los pasillos y las aulas de las escuelas y las facultades eran su ámbito de lucha, su campo de batalla contra el enésimo ajuste y despido, por los derechos de lxs docentes. Fue un militante de fierro, leal, crítico y apasionado. Militó en secundarios, en los barrios, en la clandestinidad de la dictadura, en la reconstrucción clandestina del CEFyL, en los gremios docentes. Masticó derrotas, se emocionó con las victorias, puso el cuerpo siempre, nunca se desanimó.

Casi cincuenta años, medio siglo, le dedicó Pablo a la construcción del Partido Obrero, como responsable de numerosas y variadas actividades en muchos frentes (docentes universitarios, docentes de escuela media, organización del partido, Polo Obrero, entre otros). Era un militante “todo terreno”: en estos últimos días, cuando se le complicó por cuestiones de salud llevar adelante la campaña financiera del Partido Obrero, abrió un “cafecito” en  su cuenta de Twitter diciendo: “El año que viene cumplo 50 de militancia en el PO. Aprendí que un partido de trabajadores se financia con el aporte de los mismos. Es método y orgullo. Pero con un mes de reposo absoluto se me complica juntar $. Invítenme un cafecito. Lo usaremos bien.”.

Además de militar en la Naranja de Docentes Universitarios, organizaba el archivo del partido y descubría perlas: un volante, un boletín interno, perdidos, de hace décadas, que pacientemente recogía y clasificaba junto con otrxs compañerxs. Y le habría dado muchos más de no ser por esta muerte temprana y ruin.

Pablo Cámera murió de repente y somos tantxs los que nos quedamos masticando una enorme tristeza. Por eso hoy, a 24 horas de su partida, no dejan de llegar mensajes de dolor de compañerxs de todos los frentes, de colegas de todas las Facultades, de distintas corrientes o independientes.

Llevaremos a Pablo en nuestros corazones y en nuestra memoria, y lo honraremos continuando sus tareas.

De algún modo, Pablo, te quedás en nosotrxs.

Hasta la victoria, Pablo querido.