Maia Doblack

Murió Maia Doblack o murió “La Mujer”, como se refirió un medio gráfico local cuando en 2007, comandó un movimiento en su complejo edilicio para que se cumplieran las normas de seguridad, que por no existir habían cobrado la vida de una mujer y dos niños en un incendio.

Puedo referirme a ella como la primera candidata a intendente de Caleta Olivia por el FUT-PO, allá en los ‘80, o la militante de Tribuna Docente, o la jubilada docente empeñada en organizar a sus compañeros, pero de su trayectoria militante posiblemente otros hablarán mejor que yo.

Pero, sobre todo, quiero despedirme de ella homenajeando su tremenda solidaridad.

Maia presente, Maia remís oficial de todo corte del Polo en la última década, de los piqueteros y petroleros desde Caleta Olivia hasta Las Heras, en la lucha contra la desocupación, la explotación y el gobierno kirchnerista.

Maia poniendo el pecho en primera fila en cada posible represión de la Gendarmería en Santa Cruz.

Maia hospitalaria y maternal de cada militante del Partido Obrero que recibió en su casa, a Nico, a Néstor, a Juan, a Gustavo y sobre todo a mí. Su invalorable comida y su whisky después de la cena en el inhóspito sur… y las largas charlas de la noche.

Podría terminar este recuerdo con un emotivo “hasta la victoria siempre”, pero a Maia le queda chico.

Su larga y flaca figura, y su irreverente sonrisa, nos va ha acompañar, me va a acompañar, en la próxima batalla y en cada lucha que trace el camino hasta nuestra ansiada victoria, como corresponde a las mujeres de hierro que los libros de historia tal vez nunca registren.

Maia, amiga de la que no me quiero despedir.

Maia Doblack, Presente, Ahora y Siempre.