Opinión

19/4/2007|988

Aceiteros denuncian

A la Redacción de Prensa Obrera:


El personal aceitero de Molinos Cañuelas quiere informarles acerca de las necesidades que esta empresa nos está haciendo pasar con la explotación al personal, con respecto a los miserables sueldos percibidos, así como también el trato indiferente a nuestros reclamos de parte de las autoridades de la empresa.


Desde puertas afuera, la gente tiene una idea errónea de dicha empresa. Si bien en una empresa líder el motivo es que al tener al personal con un sueldo bajo se le hace muy fácil ganar licitaciones para exportar aceites o harina, dado que no deben incrementar el producto, siendo que otras empresas lo deben hacer porque tienen a la gente bien paga.


Nos referimos a las autoridades como Vaiman, Sulzijk, Urdampilleta, Eguiguren -responsables de la empresa-, y Navilli -director y dueño de la misma. Son dueños de varios molinos, de una Terminal Las Palmas, en Zárate; de campos, de la empresa de indumentaria Dinamita; compraron la distribuidora La Serenísima de Cañuelas y, como si fuera poco, están construyendo una cancha de golf y un country propio sobre la Ruta 205, en el campo del molino.


Hablan de familia. Nos preguntamos qué familiar de ustedes los haría padecer tantas necesidades económicas, quién los haría comer en el baño, dado que no hay comedor y la gente tiene que rebuscársela como puede. Y después hablan de que “somos una familia”.


Con esta carta queríamos que se enteren de la clase de gente que lidera esta empresa. Esperamos que comprendan que llegamos a esto porque la gerencia nos da la espalda y, como tenemos familia, pero familia de verdad, y no podemos hacerles faltar nada, sobre todo el pan a la mesa, debemos muchas veces agachar la cabeza.