Opinión

26/4/2007|989

“Chávez no tiene ninguna Sierra Maestra en su haber”

Para Jorge Altamira:


En primer lugar, le pido disculpas por lo del "error imperdonable".


Desde hace unos años sigo sus artículos sobre la situación de Venezuela. Creo que son los que mejor analizan desde el punto de vista marxista la verdadera situación de lo que está sucediendo en Venezuela.


Siempre me llamó la atención en sus artículos el apoyo que le daba al golpe de Chávez de febrero de 1992, caracterizándolo como una gesta popular o algo así.


Le confieso que cuando descubrí que estaba confundiendo esa fecha con el Caracazo, mi sorpresa fue mayúscula.


Siempre he considerado que Chávez no tiene ninguna fecha "heroica". Él no tiene ninguna batalla, ninguna Sierra Maestra en su haber. Lo único que hizo fue montarse en la ola que comenzó con el Caracazo, donde, a mi entender, se abrió una situación revolucionaria en Venezuela, en el sentido leninista del término: los de abajo no quieren y los de arriba no pueden. Esta situación sigue abierta.


Chávez, con el asesoramiento de dos viejos zorros de la política venezolana, José Vicente Rangel y Luis Miquilena, se montó sobre esa situación y con un lenguaje apropiado (antiAdeco y anticopeyano) ganó las elecciones de 1998. No hay nada heróico en él. Ese es su drama. Rangel y Miquilena pensaron que podían controlarlo, pero el "criado" les salió respondón.


En ese sentido, Elio Colmenarez realiza un buen pronóstico en su libro La Insurrección de Febrero, aunque se entiende, por el prólogo del libro, que era la apreciación colectiva del PST venezolano. Eso es evidente.


Para que usted vea, Colmenarez ahora es viceministro de Industrias Ligeras y Comercio (Milco). Llama la atención que antiguos cuadros trotskistas ahora sean ministros y viceministros de un Estado burgués.


Cambiando de tema. Leí su artículo "La vía venezolana al socialismo". Allí usted comenta lo siguiente, en la parte de "Los Borbones": "Este cuadro explica la importancia que ha cobrado la corrupción en la política venezolana, pues expresa la tendencia al uso parasitario de la riqueza que produce la explotación de hidrocarburos. La corrupción, a un determinado nivel, se transforma en un eficiente factor de disolución, tanto del régimen vigente como del propio Estado. En el caso de Venezuela, es la expresión, de un modo general, de la incapacidad del régimen social existente y del Estado para asignar una función productiva al enorme ingreso de dinero provocado por el alto nivel de los precios del petróleo".


En este sentido he escaneado un libro titulado Teoría Económica del Capitalismo Rentístico. Economía, Petróleo, Renta, de un economista venezolano, muy capaz por cierto, Asdrubal Baptista, que estudia este problema con profundidad.


En mi modesta opinión, este es un libro de valor universal. Sirve para el análisis de todos los países petroleros. No se si usted lo conoce y por eso se lo envío. Creo que usted y los economistas del PO van a disfrutar mucho la lectura de este libro. Si encuentran errores háganmelo saber, para corregirlos.


Por cierto, Bernard Mommer, la persona que prologa el libro, actualmente es algo así como viceministro o asesor de Energía y Minas del gobierno venezolano. Ha sido una de las contrapartes del gobierno en el proceso de negociación de la formación de las empresas mixtas petroleras.


Por último, y siguiendo con la lata, le envío anexo, además, una carta de C-Cura a la comisión del PSUV. Muy interesante. Entrismo puro, pues. De los episodios de entrismo que he conocido en América Latina, todos han resultado en un rotundo fracaso.


Saludos cordiales.