Con la suscripción a Prensa Obrera de 102 obreros gráficos, hemos alcanzado el objetivo que nos propusiéramos a fines de abril, cuando comenzamos la campaña, luego de las elecciones del Sindicato. Se trata del 10% de la votación que obtuvo la Naranja en las últimas elecciones, en las que logramos la minoría.

La comparación da una idea de la magnitud del trabajo político que implica esta cifra en la vanguardia obrera del gremio. Precisamente, nuestro objetivo es que Prensa Obrera se transforme en el órgano político de la vanguardia, de sus debates, de sus luchas, de su organización contra la patronal y la burocracia, en el plano sindical y en el de la organización política del movimiento obrero. 

La Naranja tiene su propia prensa, que no se contrapone a Prensa Obrera, porque cada suscripto es un nuevo activista para el trabajo masivo de la agrupación clasista en el gremio. Incluso, están suscriptos muchos compañeros que no tienen participación sindical activa, pero que buscan una salida política de conjunto para su clase. 

Entre los suscriptos hay compañeros de 17 talleres del gremio. En un gremio tan disperso, esto demuestra que hay todavía bastante “tela para cortar”, muchos delegados no se han suscripto en una primera discusión y el debate sigue, y otros no fueron vistos aún. Naturalmente, la suscripción se ha hecho fuerte en los talleres de más presencia militante, pero el objetivo debe ser de conjunto, porque de la mano del periódico vendrán nuevos militantes.

Tenemos que llegar a las 6.000. En gráficos, el objetivo de las 100 quedó atrás. Una nueva meta está en debate, al calor de las movilizaciones obreras, de la crisis política, de la caída de Cavallo y de la lucha emprendida contra los decretazos del gobierno.