Partido

19/6/2003|805

Antonia Luna

Te vas, pero te quedas en nosotros. Queda tu fortaleza, tu sencillez y tu pañuelo blanco marchando, luchando con convicción. Tu última marcha fue en marzo, pero tu pañuelo lució orgulloso en el cuello de Tato el 11 de junio en la movilización con miles y miles de compañeros desde 1° Junta a Plaza de Mayo, parándose frente al gobierno de Kirchner con un programa político. El de la clase obrera. Ese que defendiste vos, como madre de Plaza de Mayo y como militante del Partido Obrero. Ese que defendieran tus nietos. Ese que defienden Tato y el Pollo. Ese que nos signa a todos con la conciencia de seguir adelante, a pesar de tanto y de todo.


Tona querida, todos lamentamos que te hayas ido, pero todos te debemos el mejor homenaje que es seguir luchando por un partido de los trabajadores y el socialismo, generando conciencia de clase. Esa clase tan golpeada, tan herida, con tantos caídos, con tantas torturas encima. Clase que se está organizando para tomar el poder y terminar con la explotación del hombre por el hombre. La clase obrera a la que pertenecemos con orgullo y defendemos hasta con nuestra vida. Solo nos resta seguir con el valor de tu lucha desde la dictadura hasta que nos dejaste, con un programa político que nos ha formado hasta vencer.


La muerte nos separa. Hasta la victoria final.


Tona, compañera, madre, abuela y militante.