“Financiación ilegal de la política”, tituló La Nación (21/7). Se refería al “manejo ilegal” de fondos que la Alianza y el PJ hicieron en el ex Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires, que había confeccionado una lista de ‘ñoquis truchos’, para quedarse con los salarios consiguientes.

Artemio Martínez, por ejemplo, había sido nombrado director con un salario de 70.000 pesos mensuales. Pero Artemio Martínez nunca ejerció como director (es analfabeto y vive en una villa) ni tampoco vio esos 70.000 pesos, que fueron a parar a la caja de De la Rúa y Chacho Alvarez. Lo mismo sucedió con Elvira Bracamonte, una afiliada radical que había pedido un subsidio por estar “enferma de cáncer” o con Concepción Caparra, una jubilada de 80 años que “hoy no tiene trabajo ni jubilación”. Figuraban cobrando mensualmente sus honorarios, pero nunca vieron un peso.

Como ellos, hay “697 supuestos ñoquis” a los que el juez de instrucción Baños citó a declarar.

“Si se mira la lista de los que tienen captura y de los que llamaron a indagatoria queda claro: hay mucha gente cercana al candidato” (se refiere a De la Rúa).

A este robo “ilegal” de los partidos patronales para sus cajas electorales hay que sumarle el financiamiento legal que reciben de las grandes patronales.

Por ejemplo, la “cena del millón” de Duhalde, en la que mil ejecutivos pagaron mil dólares por cubierto. “Todavía no hay muchos rubios de ojos celestes”, se quejaba, sin embargo, uno de los punteros duhaldistas que esperaba mayor apoyo de las multinacionales yanquis. Entre los presentes estaba el grupo Macri, el Banco Galicia, Oscar Vicente (capitoste de la petrolera Pérez Companc) y numerosos “empresarios transportistas y de la construcción”. Varios de ellos pusieron no 1.000 sino 4.000 pesos, para sentarse en la misma mesa de Duhalde. “Duhalde vivió finalmente el momento deseado: dos mil enjoyadas manos (lo aplaudieron)”.

Así es como los partidos patronales financian sus campañas electorales.

El Partido Obrero, que lucha por la independencia política de la clase obrera y de los oprimidos, presentará listas con candidatos trabajadores a nivel nacional, provincial y municipal. Altamira y Rieznik, candidatos a presidente y vicepresidente del PO, no recibirán apoyo de los capitalistas, porque ellos van a la campaña electoral a combatir a estos capitalistas.

Por eso, compañero, necesitamos su apoyo combativo: aporte a la Campaña Financiera del PO y sume a amigos y compañeros.