Partido

19/6/2003|805

Campaña Financiera del Partido Obrero

La rebelión popular iniciada con el Argentinazo entró el 27 de abril en una nueva etapa, signada por el hecho de que la burguesía ha retomado, mediante una maniobra electoral, la iniciativa política.


Sin haber resuelto uno solo de los grandes problemas que atraviesan las masas ni la nación, más bien en un cuadro de agravamiento de todas las contradicciones, el gobierno de Kirchner se ha hecho de un handicap de ilusiones populares, muy alimentadas desde todos los medios del gran capital. Habrá entonces que desenvolver la experiencia con este “nuevo” gobierno de los explotadores.


Como lo estuvo en el período precedente, el Partido Obrero estará en primera fila de la lucha por las reivindicaciones, por desenvolver el movimiento independiente de la clase obrera, por ayudar a desenmascarar las maniobras del régimen, para clarificar su papel de agente de los explotadores. Y para establecer una línea demarcatoria de defensa de los intereses de la clase obrera y el pueblo, como lo viene haciendo al explicar las “innovaciones” en materia previsional, el ataque a la educación, los intentos de mantener la flexibilidad laboral y el congelamiento salarial, los beneficios de las petroleras y otros chupasangres.


Junto al impulso y desarrollo de la lucha obrera y piquetera, a la pelea por la recuperación de los sindicatos, asociaciones vecinales y federaciones estudiantiles, el Partido Obrero se empeñará en luchar por el voto obrero y popular para meter defensores de los intereses del pueblo en los parlamentos, legislaturas y concejos deliberantes. Precisamos de tribunos obreros en estos ámbitos del régimen para amplificar nuestra voz, nuestra denuncia y nuestra acción concreta.


Y porque, más que nunca, Argentina necesita una salida que sólo puede ser obra de la lucha de las grandes masas y de la concreción de un gobierno de los trabajadores, es que precisamos construir un gran partido de la clase obrera, herramienta indispensable e insustituible para desterrar toda opresión y toda explotación.


Esta lucha fundamental demanda fuertes recursos económicos. La conciencia política requiere de un soporte material: volantes, sonido, afiches, periódicos, viajes, locales. Queremos extender nuestra organización a todos los ámbitos de la nación y de cada provincia, recalar en cada fábrica y barrio de los grandes conglomerados urbanos, en cada facultad o colegio, en cada hospital para construir allí el Polo, el Partido y una vigorosa juventud revolucionaria. Queremos fuertes oposiciones para reconquistar nuestros sindicatos para el clasismo. Pretendemos extender a los cuatro puntos del país la necesaria formación socialista que reclaman por miles las nuevas camadas de obreros y jóvenes que se vinculan a la lucha. Queremos acelerar, en un marco tan propicio como la brutal crisis capitalista, el trabajo para refundar de inmediato la IV Internacional.


La lucha por los recursos es una de las máximas expresiones, y de las más infalibles, de la conciencia política, porque requiere apelar al propio peculio, en muchos casos de subsistencia, de los trabajadores y sectores de otras clases simpatizantes de la causa del socialismo y de la emancipación nacional contra el gran capital.


Por todo lo expuesto lucharemos para que la campaña financiera del Partido Obrero sea patrimonio de una vasta franja de luchadores obreros y juveniles, de demócratas y de sectores conscientes del hundimiento nacional y de dónde está la carga de responsabilidad por esta situación.


Esto requiere una cuidadosa planificación de la campaña en cada equipo partidario, en cada agrupamiento, en iniciativas públicas y particulares por la recaudación de fondos y para instalar la campaña entre la población.