Partido

6/8/1997|551

Duplicamos los locales

Desde el 12 de julio hasta ahora, una enorme solidaridad de trabajadores, vecinos de los barrios y jóvenes nos ha permitido duplicar los locales del Partido Obrero. Aun cuando estamos en el inicio de esta gran campaña para establecer 200 locales en todo el país, se puede adelantar una primera conclusión. La posibilidad de abrir locales tiene que ver con una clara tendencia a la búsqueda de organización de las masas.


Una demostración acabada de ello es que han picado en punta los compañeros desocupados, los que menos recursos económicos tienen para abrir locales, pero los de inmediatas necesidades de organización. Prueba de ello son la apertura en los barrios Empalme y José Ignacio Díaz, de Córdoba; en el barrio Blandengues, de Mercedes; en Villa Lanzone, de San Martín, y un hecho importantísimo para el conjunto del partido, que es la apertura de un local en Cutral Co, corazón de la lucha y de la organización de los desocupados.


Los próximos desafíos en materia de locales están en lugares donde la Asamblea Nacional ha permitido un gran impulso de organización. En las provincias de Neuquén, en Centenario, San Martín de los Andes, Piedra del Aguila y Plottier; en Tucumán, en Tafí Viejo y Monteros; en Salta, en Orán, Güemes, Campo Santo, Mosconi y Salta Capital; en Río Negro, en Villa Regina y El Bolsón, y decenas de locales en el Gran Buenos Aires, donde está planteado uno de los mayores desafíos, que es el de enfrentar el aceitado aparato de punteros de Duhalde que, con dinero del Estado, tratan de adormecer la necesidad de organización independiente de los trabajadores.


Las primeras experiencias reflejan que los locales serán una palanca fundamental para el desarrollo de las suscripciones y la venta masiva del periódico en las barriadas. La apertura de locales en forma masiva será un paso decisivo en la inserción de una prensa obrera entre los trabajadores. Una gran lucha será la de mantener alimentada esta inquietud, que se refleja en la venta de la prensa, en dotar de elementos de formación política a los trabajadores de los barrios, para que los locales, además de un lugar de organización de sus luchas, sea por excelencia un lugar de formación política y cultural.