Partido

27/6/2002|760

El Partido Obrero va por más

Rozas se apresta a descargar un mazazo sobre los docentes y el conjunto de los trabajadores estatales mientras, como los demás gobernadores, se arrodilla ante el FMI.


Los docentes deberán enfrentar la ofensiva para reformar su Estatuto (que comenzaría a implementarse “con jornadas de participación obligatoria, a partir de diciembre” -Norte, 17/6-) que busca adaptarlo a la nefasta Ley Federal de Educación y tiene como eje central ejecutar un fuerte recorte a las licencias gremiales y al derecho de huelga.


Pese a denunciar que la reforma es un pretexto para cercenar los derechos de los trabajadores, Atech y UtrE (Ctera) y la Coordinadora Docente en Defensa de la Educación, no plantean un plan de lucha, sino que dicen que “una reforma del Estatuto debe darse en una discusión seria (…) pero en un marco estable, tanto económico como social, que permita a los docentes y a los delegados trabajar sin presiones…” (ídem), lo que le da al gobierno un tiempo valioso para preparar su ofensiva.


Zona de guerra


Enormes galpones abandonados son testigos de lo que fuera la pujante industria del algodón (única con capacidad para ocupar masivamente a los trabajadores). La industria textil está muerta y sin miras de recuperación.


Bajo el gobierno de Rozas, el cultivo del algodón retrocedidó 75 años, con menos de 100 mil hectáreas sembradas en el 2002.


En un cuadro de miseria generalizada, el movimiento piquetero se reveló como la gran fuerza vital con capacidad para organizar a la población oprimida y enfrentar consecuentemente al gobierno aliancista contra la pauperización de sus condiciones de vida.


Frente al conjunto de reclamos, Rozas se empeña en reforzar las fuerzas represivas: creó el Cuerpo de Operaciones Especiales (COE), que enfrenta las movilizaciones populares a balazo limpio y no duda en gasear villas enteras, algo no visto ni en las épocas de la dictadura.


Esta fuerza se moviliza por toda la provincia, reprimiendo los estallidos que todos los días se desatan en las poblaciones del interior y enfrentando las aguerridas movilizaciones en Resistencia. Incluso se sabe que -ante lo insuficiente de su fuerza- se ha organizado un destacamento “no oficial” que actúa paralelamente y se ceba a los cadetes de la Escuela de Policía mandándolos a golpear mujeres y niños.


En estas condiciones, los miserables planes son manejados en forma punteril, llegando al extremo de poblaciones donde un plan es compartido por dos “beneficiarios”; esto, promovido por los Consejos de Emergencia.


Ellos o nosotros


El cuadro es desolador. Miles de trabajadores migran hacia la capital chaqueña buscando una salida, empujados por el hambre y la desocupación.


Hiela la sangre ver a los chiquitos descalzos mendigando una moneda.


Muchas familias subsisten de lo que juntan en los basurales.


Pero los trabajadores se organizan.


El gobierno no garantiza el sustento y los compañeros, con mucho esfuerzo, ponen en pie merenderos y comedores para alimentar a los suyos.


A la falta de un techo, le oponen lucha y movilización, conquistando metro a metro un pedazo de suelo para levantar su vivienda.


Vamos por más


El Partido Obrero plantea que cada día de permanencia de estos criminales en el gobierno agrega una nueva cuota de sufrimiento a las familias del Chaco.


El PO dice: son ellos o nosotros. Y convoca al 1° Congreso del NEA para construir el partido propio de los piqueteros e ir por el poder.


La vanguardia piquetera responde, sumándose a sus filas, asumiendo el planteo de que los trabajadores debemos gobernar.


Una franja importante de luchadores se reunirá el 29 y 30 para debatir y resolver una salida.


Para votar un plan de acción y comenzar a resolver los problemas más inmediatos: pan, trabajo, vivienda.


Para impulsar una campaña por la expulsión del gobierno de Rozas y de todos los intendentes cómplices y para que en su lugar se convoquen Asambleas Populares Constituyentes Libres y Soberanas que reorganicen la sociedad.