Partido

12/12/1996|523

El significado del VIII Congreso del Partido Obrero

El discurso de Nèstor Pitrola

Se votaron numerosas resoluciones, que fueron elaboradas en comisiones por parte de los delegados. Una resolución política general, sobre la disputa por los hielos continentales, movimiento de lucha de los desocupados, juventud, prensa y reclutamiento partidarios, internacional, trabajo de reconstrucción de la IVº Internacional, sobre la ‘reforma educativa’, sobre la política electoral para 1997, campaña electoral en el interior de la provincia de Buenos Aires. Se votaron campañas políticas prioritarias: por la renuncia de la burocracia del Smata Córdoba, elecciones democráticas y reconocimiento del plebiscito de Cormec; por una Asamblea Popular Educativa en el Comahue; por el rechazo del preacuerdo de Foetra y una nueva dirección sindical; por la preparación de un congreso nacional de desocupados; por el rechazo de la ‘desregulación’ de las obras sociales y la ‘normalización’ y ‘provincialización’ del Pami; por una Central única de los secundarios de Capital y Gran Buenos Aires; por el retiro de los proyectos antiobreros del Congreso y por un paro nacional de 48 horas. Por último, por la realización de internas abiertas de la izquierda y el movimiento obrero combativo para ir con listas únicas a las elecciones del 97.


El Congreso fue una escuela de democracia y de elaboración colectiva y constató públicamente el empuje sin precedentes que está alcanzando el Partido Obrero.


Compañeros: Hemos concluido una tarea difícil. Lo primero, un reconocimiento a los compañeros de la comisión de organización,  que han garantizado en el más alto nivel la tarea de apoyo a todo este trabajo de cuatro días.


Nos parece a todos natural haber logrado a un año del VIIº Congreso, realizar este VIIIº Congreso. Se ha trabajado, se ha deliberado, se ha discutido, se ha polemizado y se ha votado como en una verdadera escuela de cuadros. Cuando se discutió el tema de la formación de los nuevos compañeros que se acercan al partido, omitimos señalar entre todo lo que discutimos y las iniciativas que se plantearon, la extraordinaria escuela de cuadros que significa la realización de los congresos del Partido Obrero, compañeros.


Quizás este congreso, a diferencia de otros, tuvo menos debate previo. En el período previo al congreso intervinimos en luchas fundamentales, en grandes luchas como las de los obreros mecánicos cordobeses, de Transporte del Oeste, de los desocupados, en las puebladas, en luchas como la de los trabajadores del PAMI, en las elecciones universitarias. En el período previo se realizó el congreso nacional de la UJS,  el congreso de la Coordinadora Secundaria que nos tuvo como principales organizadores y protagonistas. Y en ese cuadro, hemos desarrollado este extraordinario congreso y esta extraordinaria deliberación política, compañeros.


En este congreso se agolparon los compañeros para producir ciento sesenta intervenciones de cara a los problemas que nos plantea la intervención política, la intervención del partido, nuestro desarrollo y nuestro crecimiento. Hemos llegado a él quizás más homogéneos que nunca, pero ha sido el propósito de este congreso abrirnos a los mil problemas tácticos que nos plantea el giro en la situación política y que nos plantea todo lo que hemos avanzado desde el VIIº al VIIIº congreso, compañeros.


Hemos venido precedidos, además, de 6 congresos regionales, donde este trabajo que hicimos acá de elaboración y de discusión política, lo protagonizaron todos los militantes de esas 6 regionales. Y más todavía, 150 simpatizantes, como acá se contó y se balanceó, trabajaron e hicieron un ensayo político de asimilación en las posiciones y en los métodos de trabajo del Partido Obrero.


Algunos congresos, compañeros, han sido importantes porque desafiamos a la represión de la dictadura militar. Porque sirvieron para organizar y mantener una organización revolucionaria en la peor de las condiciones. Otros sirvieron para pasar de esa clandestinidad a dominar los métodos de intervención en la legalidad, a conquistar una legalidad que nunca había tenido el Partido Obrero. Otros sirvieron para resolver una lucha de tendencias que permitió el despegue y el retome del partido con las mejores tradiciones revolucionarias. Otros sirvieron para rearmarnos políticamente, otros para profundizar una caracterización política.


Este congreso, compañeros, ha venido a constatar una a una las justezas de las caracterizaciones y pronósticos del 7º congreso. Pero no desde el punto de vista de que cayó Cavallo, cuando desde noviembre del 94 dijimos que el ‘plan’ económico de Cavallo estaba acabado, de que estaban acabados en el mundo los ‘planes’ Cavallo. No desde ese punto de vista. No porque 7 meses antes dijimos que Cavallo caía. Hemos venido a verificarlo en la intervención política de nuestro partido y en el desarrollo que hemos tenido a raíz de esta intervención política. Lo hemos verificado en el congreso de la UJS, que vino a verificar el surgimiento de un nuevo activismo, y no porque estaba allá o en otra parte, sino porque hemos logrado traer alrededor de 400 ó 500 jóvenes a los dos congresos: de la UJS y de la Coordinadora Secundaria.


Hemos venido a verificar el surgimiento de ese nuevo activismo en 5.000 suscripciones que concretó el Partido Obrero. Es decir, que los pronósticos de la situación política los hemos confirmado en la lucha por la construcción del partido y en el desarrollo político del PO, compañeros.


Ha sido este congreso, también en el plano internacional, una escuela extraordinaria. Se han verificado acá caracterizaciones centrales de nuestro partido respecto a la crisis financiera internacional, a la crisis económica mundial. Mientras acá se estaba explicando el agotamiento de la política monetaria norteamericana, y el inflaje artificial de una bolsa, que caracterizamos que va a ir a una crisis, estaba cayendo la bolsa en Nueva York, mientras acá se estaba explicando esa idea, compañeros. Mientras aquí estábamos verificando el carácter que asume la lucha de clases, se producían movilizaciones masivas en todo Europa: en Yugoslavia, en Bélgica, y un párrafo especial para los obreros franceses. Porque en el congreso anterior se reunía el gobierno de Chirac con el canciller alemán para discutir cómo enfrentaban la huelga de los ferroviarios franceses. Un año después los trabajadores camioneros franceses le demostraron a la burguesía adónde conduce la ‘globalización’, compañeros.


Y demostramos, y se demostró y se verificó acá, que estaremos a contramano de una izquierda que en todo el mundo se ha pasado al campo de la burguesía, pero vamos en el mismo sentido que la lucha de clases mundial, compañeros. Y como aquí se dijo, los obreros mecánicos norteamericanos, los obreros canadienses, los trabajadores de Belgrado y los camioneros franceses han demostrado que la ‘flexibilidad laboral’ no sólo no está impuesta en la Argentina, no sólo no la ha terminado de imponer la burguesía sino que no está impuesta en todo el mundo y que tampoco está impuesta, como dijo el compañero informante, ni siquiera donde está impuesta, porque la clase obrera ha salido a reventarla después que le impusieron esa flexibilidad laboral, como los camioneros franceses.


Esta es la profundidad del análisis y de la caracterización y del propósito político que ha planteado este congreso.


Constatamos, compañeros, que la campaña Fiat-Smata no era una idea alocada o suelta del partido. Y hemos podido verificar en la intervención política de nuestra organización, en las ocupaciones de Fiat y de CIADEA, el valor de nuestras consignas y de cómo el partido progresa en llevar esas consignas a la práctica. Hubo un cordobazo educativo, compañeros, y nosotros lo demostramos a ese cordobazo educativo con la victoria de los docentes en Santa Cruz. Lo demostramos con 800 suscripciones en el gremio docente.


Es decir que este partido, entre el VIIº y el VIIIº congreso, está templando su personalidad, y éste ha sido el eje de este congreso, si hay que rescatar un eje de este congreso: templar esa personalidad de lucha que nos devuelva a la acción política después de estos 4 días de trabajo, como un partido de acción, capaz de combinar como nunca las consignas y la práctica. Y si hay algo que resaltar es que hemos caracterizado que no planteamos la lucha del movimiento obrero en función de lo que plantea o pueda plantear la burocracia. Cuando planteamos un paro de 24 horas de los trabajadores del SMATA, no estamos esperando que Rodríguez convoque a un paro de 24 horas. El eje y la esencia de lo aquí discutido es que salimos a  organizar a los obreros mecánicos, en la Mercedes Benz, en la Ford y en todo el país, organizar las luchas de solidaridad con las ocupaciones mecánicas, compañeros.


Estamos viendo, y hemos visto en ese congreso, que en cada interfabril nos jugamos por el Congreso de Bases. No hemos planteado aquí la consigna del Congreso de Bases, que es una consigna de poder político, como una consigna para que alguien se afilie al PO, para que alguien adhiera a nuestras posiciones, sino para ponerlo efectivamente en pie. Y sabemos que en cada comisión interna nos jugamos por la interfabril, que en cada interfabril nos jugamos el congreso de bases. Sabemos que en cada lucha nos jugamos la huelga general. Sabemos que podemos sufrir muchas derrotas, pero que un triunfo como el de Transportes del Oeste puede desequilibrar todas las derrotas y también sabemos, por este congreso, que la autoridad que gana el partido en la lucha no la ganan una docena de volantes ni de agitaciones políticas. Y este es un eje, compañeros, que tenemos que rescatar de este congreso. Por eso han estado aquí los dirigentes de la huelga de Transportes del Oeste, como dirigentes y activistas de tantas luchas fundamentales, de los jóvenes y de los trabajadores de todo el país, compañeros.


Hemos discutido la necesidad de hacer piquetes de huelga, no sólo en los lugares donde no podemos garantizar las huelgas, sino en los lugares, incluyo mi fábrica en primer lugar, donde paramos el cien por cien. Para que se vea cómo educamos a los activistas en transformarse en una vanguardia aguerrida, de lucha y revolucionaria. Para que vean las patronales a lo que estamos dispuestos. Para amedrentar, si hace falta, a la patronal con nuestros métodos, no sólo con nuestras consignas, no sólo con nuestro programa, sino también con nuestros métodos.


Y si algo le faltaba compañeros al VIIIº Congreso es que se caliente el debate como se calentó en esta última fase alrededor de un gran problema político, quizás el campo más difícil, el campo donde mejor maniobra la burguesía, el campo donde buscan birlarnos nuestras victorias, el campo donde buscan sacarnos trabajadores que se movilizan con nosotros, como ocurrió  en la movilización del 26 de setiembre donde el Partido Obrero tuvo la columna más grande de la izquierda. Otra muestra de que nuestro partido es de acción.


Y vamos a tener el problema de atravesar el campo donde mejor maniobra la burguesía, y en ese campo hemos fijado una consigna que no es para verla pasar, ni para tantear a la izquierda. Es para luchar por ese reagrupamiento, porque sabemos que necesitamos que la clase obrera tenga una intervención independiente en el plano electoral. Y es, por sobre todas las cosas, una consigna de acción política de este partido, compañeros.


Digamos por fin que hemos visto en este congreso que todas las luchas son nuestra lucha, que todos los frentes son nuestro frente, desde Neuquén hasta Salta, que son los frentes y las luchas, cuando las luchas se han desenvuelto, y que antes de que se desenvuelvan está la campaña política del partido para organizarlas y darles un programa político, compañeros.


Digamos, por fin, que de acá al próximo congreso tenemos una consigna: transformar a la prensa en una prensa de la vanguardia obrera como aquí se ha planteado. Que el Partido Obrero pueda concretar esta tarea política de la clase obrera, y que de acá al próximo congreso crezcamos como se ha planteado en el espíritu de todas las intervenciones y de todos los debates, desde todas las posiciones. Desde acá al próximo congreso, crecer, intervenir, luchar, reclutar y reclutar.


Nada más, compañeros.