Partido

20/7/2000|674

Lo que sobra, al que le falta

Ningún índice de desocupación podrá describir la realidad de la falta de trabajo entre más de un tercio de los trabajadores argentinos.


Tampoco las encuestas lograrán dar una idea de la situación del 50% de los trabajadores que ganan un salario inferior a los 400 pesos.


Los obreros sufrimos de los dos males principales del capitalismo: de la exclusión y de la inclusión. Si estamos afuera, no nos queda más que la changa o la mendicidad. Si nos meten adentro, tenemos que soportar jornadas de hasta 12 y 14 horas por salarios que cubren la cuarta parte del costo de una canasta familiar.


Por todo esto, en los hogares falta de todo, en especial para los más chicos. Solamente una lucha enérgica, a fondo, hasta sus últimas consecuencias, podrá superar esta situación. La necesidad de hacer frente a lo más elemental tenemos entonces que integrarla dentro del programa de lucha general.


Esto significa que los trabajadores nos organicemos también en forma autónoma para conseguir los elementos básicos para la sobrevivencia individual, de los hogares y de los barrios. No permitamos que nos sumen el agravio al daño, como es convertirnos en sujetos pasivos de los punteros que manipulan políticamente la llamada asistencia social, ni la de los sacerdotes que hacen lo mismo con la caridad.


Organicémonos en una campaña para reunir abrigos, en este invierno, y para cubrir toda otra suerte de necesidades, del mismo modo que lo hacemos en muchos lugares donde ya estamos organizados, en comisiones vecinales, de fomento o de desocupados, para reclamar a los municipios y gobernaciones la atención de nuestras reivindicaciones. El Partido Obrero quiere incorporarse a esta organización o contribuir a sus objetivos, para lo cual impulsamos una campaña para que todos aquellos que tienen ropas y abrigos que ya no les sirvan o les sobren, los acerquen para distribuirlos a las familias que los necesitan, pero haciéndolo por medio de nuestra propia organización y movilización, y para inculcar entre todos los que sufren esas carencias la necesidad de movilizarse y organizarse.